Jin conoció a su pareja destinada el día que su hermano menor le presentó a su novio, el más tierno 𝒐𝒎𝒆𝒈𝒂...
... Jimin creyó que estaba todo bien con su relación amorosa, hasta que conoció al hermano mayor de su novio, su 𝒂𝒍𝒇𝒂.
➧ 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚...
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— Hyung, Jiminie ya esta en la entrada del edificio. Iré por él.
— No tarden, prenderé el horno para calentar la comida así que no pierdan tiempo besuqueándose allá afuera.
— ¡Hyung! — Realmente se divertía causándole sonrojo a su hermano menor. — No digas esas cosas.
— ¿Por qué no? Son novios no tiene nada de malo que se besen, pero no cuando yo prepare la comida más deliciosa de todo el país para conocer a mi nuevo cuñado.
La mención del omega puso una sonrisa en el rostro de Minjae. Pensó que ese noviazgo sería algo pasajero pero quizás tendría que reconsiderarlo, nunca había visto esa mirada su hermano menor.
— Se que se llevarán muy bien, Jiminie es bastante alegre y le encanta hacer amigos, así que no habrá problema por que seas un anciano.
— ¡Yah! ¡Mocoso! — Su mano solo sujeto aire, pues el menor había salido corriendo. — ¡En cuanto tu novio ponga un pie fuera del departamento considérate muerto Kim Minjae!
— ¡Yo también te quiero hyung!
Las comisuras de su boca estaban completamente estiradas formando una sonrisa. Su hermanito siempre ponía a su lobo de buen humor, desde que había conocido al pequeño cachorro que sus padres le presentaron como nuevo miembro de la familia, lo había amado totalmente y siempre se prometía protegerlo y hacerlo feliz.
Minjae no era indefenso físicamente nada, lo podía demostrar con su asombroso progreso en la academia de detectives, pero nunca había tenido decepciones amorosas o fracasos significativos, cuidar que eso no pasara era su trabajo, siempre lo aconsejaba cuando la situación era desfavorable para el menor de esa manera se aseguraba de que no sufriera algún fracaso en cualquier ámbito.
Y por eso durante esa comida se encargaría de evaluar al omega que tenía tan encantado a su hermanito.
Solo había escuchado cosas buenas del omega, pero sabía que nadie era perfecto y él era bueno leyendo a la gente y sus intenciones.
También era excelente a la hora de ocultar sus verdaderas intenciones, actuar infantil y bromista era su máscara mientras analizaba a los demás, justamente esa fue la actitud que adoptó en cuanto escucho el elevador que estaba tan cercano a la puerta de su departamento.
Puso su sonrisa más cortés y espero cerca de la puerta para recibir a los dos menores.
No tardó mucho en arrepentirse.
El más delicado aroma a jazmines y agua de rosas golpeó sus sentidos y a su lobo interior. Una dulzura mezclada con esas notas florales, algodón de azúcar y chicle, podía estar absolutamente seguro de que esa esencia la había sido completamente diseñada para que su alma temblará de necesidad por unirse a la contraria.
