Acompañemos a Natsuki Takami en toda la aventura que implica estar en la Academia U.A, un lugar donde va a experimentar tristezas, alegrías, diversión, dolor, y muchas otras cosas. Pero, sin duda alguna una de las experiencias más significativas ser...
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"ENTRENAMIENTO TERRIBLE"
ESTUVIERON PELEANDO CON ESAS BESTIAS TODO EL DÍA. La peliazul creaba una especie de picos de hielo y los clavaba sin dudarlo en las bestias. También lanzaba golpes a las bestias y estas se destruían. Pero cada vez estaba más y más cansada.
Pensó muchas veces en irse volando rápidamente y dejar a sus compañeros atrás, pero eso la haría sentir culpable y cobarde. Entonces decidió quedarse con sus compañeros y ayudar.
Cuando llegaron, Aizawa y las dos Pussycats estaban esperándolas.
La peliazul estaba muerta. Usó demasiado su kosei, estaba segura que no podría ni siquiera hacer desaparecer sus alas.
Cuando miró como un niño que parecía ser sobrino de una de las heroínas, lastimar a Midoriya en su parte íntima, se sorprendió mucho y miró con preocupación al de cabellos verdes, contrario a su mejor amigo.
Bakugō sonrió al mirar eso. En definitiva le caía mal Midoriya.
—Mocoso precoz —dijo manteniendo esa sonrisa de lado.
—¿No es como tú? —le dijo Shōto provocando que la peliazul se riera levemente, el bicolor la miró al escuchar ese sonido que aparentemente le agradaba y le parecía adorable.
Últimamente todo lo que Natsuki hiciera le parecía así. No entendía que era lo que le ocurría.
Cuando Aizawa les dijo que sacaran sus cosas del autobús, no dudo dos veces en ir corriendo a hacerlo. Colocó sus cosas en su lugar asignado y charló brevemente con sus compañeras, o bueno, las escuchó charlar y ella sólo habló cuando le preguntaban algo.
Durante la cena, miró con sorpresa como todos comían con rapidez extrema. Ella estaba hambrienta también, pero no quería atragantarse o tener indigestión después.
Al terminar de comer, fue con sus compañeras a la habitación que compartían.
—Natsuki-chan ¿Vamos a las aguas termales?
—Si, está bien —respondió la chica con una sonrisa tímida.
Ella las acompañó y una vez allí, se despojó de sus ropas. Se metió en las aguas completamente, y a los segundos salió. Su rostro estaba rojo por el calor del agua. Pero, realmente le encantaba estar ahí, se sentía en su hábitat natural, se sentía como cuando volaba.
Charló con sus compañeras por un rato, quienes estaban emocionadas charlando con ella, no muchas veces Natsuki se soltaba tanto.
Ellas sabían que Natsuki era demasiado tímida y que les estuviera hablando y conversando les alegró, pues indicaba que estaba empezando a confiar en ellas.
Sin embargo, la charla se vio interrumpida ya que Kota, el niño que había visto anteriormente, pateó a Mineta, quien intentaba subir el muro para mirarlas.