Acompañemos a Natsuki Takami en toda la aventura que implica estar en la Academia U.A, un lugar donde va a experimentar tristezas, alegrías, diversión, dolor, y muchas otras cosas. Pero, sin duda alguna una de las experiencias más significativas ser...
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"FASE FINAL"
TODOSESTABAN MUY PREOCUPADOS, habían cuatro Nomu's que sin duda serían complicados de derrotar, y también estaba Dabi, quien era el único miembro de la Liga de Villanos en estar libre.
Y entonces, cuando Endeavor logró noquear al gigante villano apodado Macchia, Natsuki apareció y atrapó al héroe número uno antes de que fuera aplastado.
—Oh mi Dios —murmuró la de cabellos azules—. Esto es malo, esto es muy malo.
Con rapidez fue hacia Midoriya y lo atrapó con el brazo con el que no sostenía a Endeavor.
—Midoriya-san, lamento venir tan tarde, he estado un poco ocupada con el rescate y eso —espetó la peliazul—. Esas heridas se ven terribles, creo que debería llevarte con el equipo médico.
—¡No! Takami-san por favor no lo hagas.
—Pero esos golpes....
—Puedo resistir —insistió el de cabellos verdes.
La de cabellos azules soltó un suspiro y asintió, ella dejó a Midoriya en el suelo y se llevó al héroe número uno a la zona donde estaban los médicos que estaban tratando a Gran Torino, Aizawa y los demás.
—Señor Todoroki, no puede morir aún, debo pedirle permiso para que me deje salir con su hijo —murmuró ella mientras volaba.
Una vez llegó a su destino, su tía con rapidez fue hacía ella y le dió un fuerte abrazo.
—¿Keigo está bien? ¿Tú estás bien?
—Keigo-san está un poco quemado pero está a salvo, yo también estoy bien —respondió la peliazul mientras se quitaba su casco—. Tía, cuídate mucho, yo por mi parte también lo haré.
Y no dijo más, voló lejos dejando atrás a su tía sumamente preocupada.
Natsuki llegó y se encontró con que Shigaraki Tomura había despertado y huyendo mientras que Midoriya lo seguía, pero no pudo hacer mucho pues su cuerpo había llegado a su límite hace un buen rato.
Lo único que logró hacer fue tomar a Bakugō en brazos, quien estaba completamente desmayado. Ella miró con una mueca al rubio que desde el inicio quiso con demasía.
Empezó a usar su kosei e intentó ayudar a su mejor amigo, detuvo el sangrado de las heridas y congeló un poco cierta parte del cuerpo del chico, así sus órganos podrían resistir un poco más.
—Al final he sido yo quien te ha salvado, rubio desquiciado —murmuró la peliazul mientras acariciaba el cabello del chico en sus brazos.
Perdieron, pero no sin dar batalla.
Y en la próxima ocasión no sería diferente. Lucharían hasta la muerte.
Natsuki entonces cargó a todos los practicantes que se habían desmayado, volaba bastante despacio gracias a su desgaste físico pero aún podía hacerlo, había sobrepasado los límites y no dudaba que eso le pasaría factura luego.