Acompañemos a Natsuki Takami en toda la aventura que implica estar en la Academia U.A, un lugar donde va a experimentar tristezas, alegrías, diversión, dolor, y muchas otras cosas. Pero, sin duda alguna una de las experiencias más significativas ser...
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"CENA CON LOS TODOROKI"
MIRÓ A SU TÍA CON UNA SONRISA, le gustaba ver a Kira más feliz. Ella misma había notado como apenas y sonreía mientras estaba en el hospital. Ya habían pasado unos diez o quince minutos desde que los hermanos Takami se separaron.
—Muy bien, vamos a patrullar —le dijo Kira a su sobrina y a Tokoyami—. Deben estar atentos a cualquier cosa que les parezca extraña, esto no es la U.A., es la vida real, deben actuar rápido o alguien podría morir.
Los dos asintieron ante eso. Durante el día se dedicaron a patrullar y detener todos los accidentes y robos en la ciudad, no era complicado pero si algo cansador.
En la noche la familia Takami celebró con pollo frito y refrescos, Hawks tenía una sonrisa sincera en su rostro, de eso su hermana se dio cuenta.
Eso provocó que ella también sonriera, le daba felicidad que su hermano por fin pudiera sonreír de verdad.
—Entonces... viste a Todoroki —espetó Kira en su oído, la chica de inmediato miró mal a su hermano quien sonreía inocente.
—Traidor.
—Me amas.
—Si, miré a Todoroki-san hoy —replicó ella ignorando a su hermano—. Y no pasó nada.
—Él no podía quitar su mirada de ti —canturreó el héroe número dos mientras tomaba una pierna de pollo.
—No es cierto.
—Yo lo noté, el chico no podía despegar su mirada de mi querida hermana.
Eso provocó un sonrojo en ella, los dos adultos se rieron al notar eso. Entre bromas y risas terminaron durmiendo en la sala del departamento.
Durante el resto de la semana Natsuki pasaba gran parte del día con su hermano, ayudándolo con la misión y a detener los múltiples accidentes y crímenes.
Pero, fue un sábado en el que Shōto le escribió invitándola a comer a su casa, también agregó que Midoriya y Bakugō estarían ahí. Ciertamente no le pareció mala idea, y se sentía más reconfortada al saber que su mejor amigo estaría ahí.
La chica se había puesto su uniforme, su hermano fue el encargado de ir a dejarla a la casa de los Todoroki, una vez ahí tocó la puerta, una bonita chica de cabello blanco y algunos mechones rojos la recibió.
—¡Oh, tú debes ser Natsuki! ¡Encantada de conocerte, soy Fuyumi!
—Un placer —respondió la chica haciendo una reverencia—. ¿H-han llegado los chicos?
—No, aún no —respondió Fuyumi sin borrar su sonrisa—. Gracias por haber venido Natsuki.
—G-Gracias a ti por invitarme —murmuró la chica con un leve sonrojo.