Acompañemos a Natsuki Takami en toda la aventura que implica estar en la Academia U.A, un lugar donde va a experimentar tristezas, alegrías, diversión, dolor, y muchas otras cosas. Pero, sin duda alguna una de las experiencias más significativas ser...
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"¿DESPERTAR?"
KIRA PEINÓ EL CABELLO DE NATSUKI COMO TODOS LOS DÍAS, ya habían pasado un par de días desde que ella había estado allí.
La mujer había decidido quedarse para cuidar a su sobrina mientras que Keigo trabajaba, después de todo él héroe número tres ya había dejado de lado sus responsabilidades durante muchos días.
Natsuki no daba signos de querer despertar, pero mejoraba poco a poco, las heridas empezaron a sanar de a poco, claro que, la pobre no iba a poder caminar en un tiempo, pero el simple hecho que ella continuara con vida era un gran alivio para los dos Takami.
Por otro lado, Aizawa estaba con los demás alumnos enfrente de los dormitorios asignados para su curso.
—Por ahora, me alegra que pudiéramos volver a reunir a la Clase 1-A —empezó a decir el profesor.
—¿A todos les permitieron ingresar a los dormitorios eh? —espetó Sero.
Todos empezaron a comentar sobre ello hasta que Aizawa volvió a hablar, callando a todos los estudiantes.
—Yo estaba sorprendido también, bueno, estoy seguro de que todos tienen diferentes circunstancias.
Recordó entonces a la única alumna que no estaba ahí, y por consiguiente recordó a la tía de esta.
—Ahora, les explicaré brevemente sobre los dormitorios, pero antes... por ahora, nos enfocaremos en obtener licencias provisionales que planeábamos que obtuvieran durante el campamento de entrenamiento.
Todos empezaron a murmurar acerca de ello.
—Esto es importante, escuchen —les volvió a callar el azabache mayor—. Kirishima, Yaoyorozu, Todoroki, Midoriya, Iida. Esos cinco fueron a salvar a Bakugō esa noche. Sus reacciones me dicen que todos ustedes al menos lo sabían.
—Voy a dejar de lado una serie de cuestiones y decir esto —continuó hablando—. Si no fuera por el retiro de All Might, hubiera expulsado a todos excepto a Bakugō, Jirō, Hagakure y Takami.
En cuanto dijo el último nombre, tres personas de inmediato pensaron en la peliazul.
Bakugō, Kirishima y Todoroki. Ninguno podía evitar pensar en ella. Los dos primeros sentían una extraña sensación al no sentir a la peliazul en medio de ambos.
Y el bicolor se sentía extraño por no poder mirar a la chica de reojo como siempre lo hacía.
Entraron al edificio donde el sensei les explicó todo lo que había en el lugar, y entonces cuando supieron de la distribución de las habitaciones, todos fueron rápidamente a sus respectivas.
Sin embargo, Bakugō no pudo evitar abrir la puerta que estaba enfrente de la suya la cual aún no tenía código.
Cuando entró, todo ya estaba perfectamente arreglado, había una cama con sábanas azules, una televisión, un escritorio con una laptop y un celular encima y un librero grande que abarcaba una pared entera, en un estante completo habían múltiples fotos.
