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Abrazó a su esposo por la cintura y recargo su cabeza su gran y ancha espalda — Kun dejo galletas para ti, las hace su madre, te van a encantar — dijo antes de que el mayor se volteara y sus miradas se conectaran para que en tres segundos sus pelos se pusieran de punta

De nuevo esa mirada aterradora —¿Te divertiste con Kun en la habitación? —

— Vimos películas — respondió firme 

Lo jalo de la muñeca hasta la cocina y lo aventó directo a la barra haciendo que se golpeara fuertemente en la cadera — Te voy a cortar lo poco que te cuelga, a mi nadie me va a engañar y menos tú — 

— De que hablas — se sobaba la cadera adolorida 

—  ¿Te la metió tan fuerte que estás adolorido? —

Ten inclinó la cabeza de confusión, estaba loco, de que hablaba si la última persona con quien tuvo sexo fue obviamente con su esposo ¿Por qué lo haría con Kun?

— Te voy a dar una razón para que te duela — dijo mientras se desabrochaba el pantalón y sacaba su miembro, de nuevo abrió la herida del tatuaje al voltearlo y presionarlo contra la barra

—  ¿Qué haces? — exclamó nervioso cuando sintió sus shorts caer al suelo pero no recibió respuesta, sintió como los dedos fríos de su esposo empezaban a pasar por su trasero hasta que sin una pizca de piedad los insertó haciendo que el menor se retorciera de dolor

— Tae el lubricante esta arriba — 

— Una perra como tú no lo debe necesitar, después de haber tenido tanto adentro ya debe tener la forma adecuada — contestó rápidamente antes de meter 3 dedos de tirón

Aumentó la velocidad hasta que empezó a salir un poco de sangre por lo tan apretado que estaba, eso determino que la diversión para Taeyong empezó pero la también la tortura de Ten 

Se detuvo y rebuscó algo en el cajón — ¿Debería meter la navaja? — se veía completamente decidido a hacerlo pero por desgracia no la encontró

En su lugar metió su pene, normalmente hubiera llevado un ritmo lento y romántico como le gustaba al pelinegro ¿pero ahora? Iba tan rápido que el menor rogaba por que se detuviera

— ¿Qué pare? Tesoro estas a punto de venirte, acepta que te gusta — dijo riéndose y aumentando la fuerza de sus embestidas a lo que el menor empezó a llorar en desesperación 

Cuando su miembro empezó a salir con una mezcla asquerosa de sangre este se sintió mejor, pero cuando se agotó tomo a su esposo en brazos y lo sentó sobre la encimera para empezar a toquetear el miembro del menor y juguetear con el poco líquido preseminal que el pelinegro no tiene idea de porque salía si estaba sintiendo de todo menos excitación 

— Tengo una idea, espera aquí — le dio una mirada que le hizo entender que si se bajaba le iría peor y se fue corriendo dando brinquitos 

Regresó unos segundos más tarde con su lapicero del trabajo — Veamos cuantas puntillas caben en ahí — Nunca había intentado insertar algo ahí ¿Si quiera es posible? No tenía idea pero sabía que iba a doler como mil demonios 

Y no se equivoco, insertó la primera puntilla de grafito y no pudo evitar nada más que jalar los cabellos de su esposo tratando de que parara pero este solo se quejo y lo empujo tan fuerte que se golpeó en la espalda ocasionando que empezara a toser con fuerza

A lo que Taeyong molesto inserto 2 puntillas más a la vez, ardía, prefería morir en ese momento, y todo fue peor cuando las sacaba de tirón y las insertaba de vuelta mientras se reía a carcajadas diciendo que se veía chistoso

Metía de dos en dos y cada dupla dolía aún más — Taeyong para por favor duele — 

— ¿Te duele? A mi me duele más que hayas cogido en mi cama — dijo mientras dejaba salir algunas lagrimas  

— Tú me engañas desde hace bastante y no te digo nada — respondió entre gemidos de dolor

El llanto combinado con las risas cesaron y quedó serio — Yo puedo hacer lo que quiera pero tú no — 

— Y ¿por qué? — 

— Porque eres mio y yo hago lo que quiera con lo de mi propiedad — lo bajo bruscamente y de nuevo lo empezó a penetrar mientras las puntillas se enterraban aún más con cada embestida 

Entre el dolor de su coxis, miembro, espalda y la dificultad para respirar se desmayó 

Pay de fresa | TaeTenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora