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Taeyong despertó algunas horas después y su explotó al ver la situación en la que se encontraba, su esposo lo miraba con una sonrisa sentado cómodamente en una silla 

— Sácame de aquí imbécil — exclamó

Se sorprendió —  ¿Ya no soy tu tesoro? — 

— Desde hace mucho que no lo eres — Se acercaba cada vez más a los bordes de la jaula intentando forzar las rejillas sin notar que Ten borró su sonrisa y se levantó de su asiento con un taser que uso para electrocutarlo por unos segundos hasta que dejara de hacer eso 

—  Cada vez que intentes portarte mal tendré que castigarte querido — 

— Como voy al baño — 

—  Haz ahí — dijo despreocupado 

Y así fue, duro una semana y media encerrado en esa pequeña jaula y siendo electrocutado en cada intento de escapar


— Tengo mucha hambre —  dijo el castaño quien había perdido la esperanza de lograr escapar 

El menor al escuchar esto se levantó de un brinco —  Pobrecillo me olvide de alimentarte, espera un momento —

Llegó unos minutos más tarde con un pequeño bowl que tenía escrito "Taeyong" con letras rojas y en el interior había comida blanda para gatos 

Eso era el único alimento que recibía y por más que pedía otra cosa su esposo seguía dandole eso, las primeras dos semanas se negó a comer eso pero después la desesperación y necesidad lo obligaron a ingerirla 

—  Sabe a mierda, en verdad estas loco — exclamó mientras veía como su marido se reía a carcajadas 

Ese mismo día recibió el paquete que había estado esperando ansioso, era un collar eléctrico para perro, tan pronto como lo abrió jalo a su esposo y mientras con una mano colocaba el taser en su abdomen con la otra le ponía el collar, después aplaudió — Te queda precioso, es verdad que a la gente guapa todo le queda bien — tomó el control y comenzó a picarle a todos los botones disponibles soltando bastantes (y dolorosas) descargas en el cuello de Taeyong 




Ten empezaba a aburrirse de Taeyong en la jaula pero a decir verdad nunca pensó llegar tan lejos así que en realidad no tenía otro plan o algo que le interesaría hacer... O eso pensaba hasta que vio como el teléfono se encendía al recibir mensajes del famoso Jaehyun 

Se sentó delante de su esposo pero ahora con su teléfono en la mano — Veamos que te mando nuestro Jaehyun — dijo mientras lo desbloqueaba y abría el chat delante de él 

Abrió los ojos demostrando su sorpresa al ver que era un video de Jaehyun — Realmente te tiene confianza — reprodujo el video dos veces y lo vio junto a su esposo

— ¿Por qué no le respondemos? — preparaba la cámara del móvil mientras el mayor se encontraba confundido 

Era normal que Jaehyun le enviara videos subidos de tono y generalmente eran las invitaciones para que Taeyong dejara lo que sea que estuviera haciendo para ir a su casa, pero esta vez era diferente, Ten dio click al botón de grabación y lo forzó a masturbarse hasta venirse en cámara

Luego que envió el video, Jae envió mensajes expresando lo mucho que extrañaba a su amante pero también no se olvido de preguntar el por qué estaba dentro de una jaula portando solo su pantalón del trabajo y el collar gris pegado al cuello

A lo que Ten contestó que era nada más que un fetiche "me gusta ser tratado como un perro" escribió, cada mensaje dejaba en más humillación a Taeyong y eso lo hacia sentir mejor


Después de ver toda esa escena Ten reaccionó y recordó que el también al igual que ellos era hombre, era uno de los momentos en los que podría usar el poder que tenía en sus manos y meterse con una de las cosas que sabía que le dolería más a su esposo, y eso era su ego

Lo saco de la jaula por primera vez y aunque Taeyong pensó en usar su fuerza para escapar no contó con que Ten dejaría presionado el botón del choque eléctrico del collar

Pay de fresa | TaeTenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora