Las paredes parecían ser blancas, o al menos en algún momento lo fueron porque ahora se ven de un color grisáceo, pasó por una especie de recepción donde había una mujer vestida de enfermera que lo recibió con una sonrisa, después de seguir a Taeil por algunos segundos vio un salón amplio lleno de mesas de madera que parecía ser en donde se comía
— Desayuno a las 7:00, comida a las 2:30 y la cena a las 6:45 — dijo el pelirrojo señalando aquella sala
Había otra en donde había juegos de mesa y para niños también tenían algunas mesas pero más pequeñas que las de la otra sala, lo que más le llamó la atención fueron los grandes ventanales que habían pero con protecciones en forma de flores, de nuevo el médico habló — Podrás tener acceso a tu celular dos veces a la semana y a usar esta sala —
Por último llegaron a una habitación que solo tenía dos camas pequeñas y una mesita en medio de ellas, había un hombre acostado jugando a aventar su pelota al techo y atraparla, parecía ser más joven que Ten, también tenía un cabello raro ¿morado con partes azules? Por fin estaba digiriendo que estaba en un psiquiátrico
Taeil le informó de cosas básicas como que esa era su habitación, los horarios en los que podría salir y sobre todo lo importante que era ir a los chequeos con las enfermeras y tomar sus medicinas, después de dejar sus maletas ahí cerro la puerta y quedo totalmente solo con el chico de la pelota
Cuando Ten arrastro su maleta hasta la cama que estaba sola el otro chico rápidamente se sentó con las piernas arriba de la cama y lo vio fijamente sacar sus prendas
— Soy Yangyang, tengo 20—
— Soy Ten Lee yo tengo 26 años— dijo con una sonrisa que fue devuelta
— ¿Qué haces aquí Ten? — preguntó
A lo que el pelinegro se sentó en su cama y lo miro directo a los ojos ¿Por qué estaba ahí? ¿Debería decir que su esposo lo hizo ver como un loco y llego aquí? O tal vez podría decir que por alguna razón creo un evento y un ser ficticio, un mundo de posibilidades pero no sabía la respuesta así que levantó los hombros y contesto con un simple — No tengo idea ¿y tú?—
El menor se puso de pie para después responder con un — Ansiedad y así —
Ten asintió y le sonrió pero justo antes de continuar la conversación anunciaron que era hora de la cena así que el pelinegro se puso de pie — Vayamos a cenar — tomó por el hombro a su amigo nuevo y fueron al comedor juntos en donde Yangyang no comió nada
La primera noche siempre es la más difícil, hacia tanto calor y no pudo conciliar el sueño tan rápido como su compañero lo hizo así que no tuvo opción más que pasar la noche en blanco mientras extrañaba su suave cama y hasta el calor de los brazos de su esposo