27

12 1 0
                                    


A la mañana siguiente Yangyang se levantó con Ten mirándole fijamente

— Píntame el cabello — 

— ¿Perdona? — 

El mayor asintió y se levantó de su cama — Había pensado tal vez un rubio, sería lindo —

Era raro que de la noche a la mañana quisiera hacerse un cambio de look pero sentía que era parte fundamental para crear a su nuevo yo, la persona quien se vengaría de todo lo que le hizo Taeyong

Yangyang saco un pequeño bote de abajo de su cama — No tengo tinte pero esto decolora el cabello, es de lo que sobró cuando pintaron el mío —

El mayor asintió y se sentó en el piso para empezar la decoloración, mientras el líquido frío caía por su cabeza Yangyang preguntó — ¿No lo odias? a tu esposo... —

A lo que con una risita respondió — No lo odio, no puedo odiar a quien muchas veces fue el motivo por el cual regresaba feliz de la escuela deseando que ya fuera el siguiente día para verlo —

Después de 30 largos minutos por fin el cabello que solía tener un brilloso y hermoso color negro cambió a rubio 

— También quiero arete como el tuyo —

— ¿Por qué de repente el cambio? —

— Yangyang vamos a salir de aquí pronto — dijo sonriendo y apretando su mano con fuerza 

El menor consiguió un hielo y le hizo algunas pequeñas perforaciones en la oreja a su amigo y se dio como finalizado el cambio de imagen 


Durante la comida Yangyang comía de nuevo grandes porciones — ¿Y cual es tu plan? —

— Taeil me dijo que si nos portamos bien y no notan ningún comportamiento extraño nos dan el alta, no es difícil —

El chico de cabello morado se quedo pensando mientras metía la gran cuchara llena de arroz a la boca — Lo primero es que dejes de comer así — dijo Ten mientras retiraba el plato que estaba a punto de romperse por el peso de la comida 

En cambio tiro el exceso y le dejo un plato balanceado — Verás creo que retrasamos todo con lo de ayer así que hagamos el cambio ya —

— Suenas como un presidente — dijo riéndose 

Yangyang dentro de el sabía que el no tendría el alta tan fácil como a Ten, las veces que lo han atrapado vomitando y sobre todo sabe que su padre llama para pedir actualizaciones sobre su estado, aunque ansiaba salir y hacer cosas como cualquier joven de su edad, estar encerrado en este lugar le daba un poco de consuelo de que su padre no lo obligaría a trabajar en la empresa y sobre todo no vería como su mamá es golpeada y humillada delante de él y su hermana 


Y así fue como Ten lentamente fue ganando el reconocimiento de casi-rehabilitado en el hospital, cada vez que les dejaban usar el celular miro como su esposo no respondió su último mensaje pero esta vez no volvió a mandarle algo, desaparecieron del mundo del otro, entendió que todas sus respuestas estaban ahí, no hacía falta preguntar porque cuando miraba atrás cada detalle y cada acción fue la respuesta que buscaba 

Lo obligaron a salir del hospital pero se sintió triste de que su mejor amigo no pudo salir así que antes de irse se aseguro de darle un gran abrazo, agradecerle y prometer regresar a verle seguido, se fue deseando que Yangyang pudiera salir pronto de ahí


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Pay de fresa | TaeTenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora