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En una sala blanca con detalles azules se sentó un hombre con una bata de doctor — Buen día señor Lee, soy Moon Taeil, seré su psiquiatra a partir de hoy — dijo con una sonrisa mientras sacaba unos papeles 

— Taeil escuchame, en verdad ese hombre me intentó matar, te lo juro, créeme por favor —

El pelirrojo solo lo miro por unos segundos para después asentir y empezar a escribir en una libreta. Por más que Ten le decía lo sucedido parecía no creerle ¿Por qué nadie le creía? Estaba perdiendo la cabeza ¿En realidad si fue un sueño? 





Cumplió dos meses en terapia, lugar donde fue convencido que todo lo que vivió fue una pesadilla creada por el impacto de haberse golpeado tan fuerte en la cabeza

¿El corte del brazo? Se lo hizo el mismo mientras cortaba una sandía

¿Leon? fue diagnosticado con depresión severa, así que ese gato fue creado como autodefensa a la soledad que sentía

Aquella noche Chittaphon Lee quería agua, intentó llegar a la cocina pero se tropezó y rodó por las escaleras resultando en heridas en la espalda y cabeza. Su querido esposo jamás le haría algo así

— Tesoro ¿tomaste las pastillas? — preguntó el castaño cuando entró a la habitación y lo vio a punto de dormir

— Sigo pensando que no necesito esas cosas — le dio la espalda, escuchó como movía algunas cosas en el cajón

Se sentó a un lado suyo y acarició sus bellos cabellos negros, le dio un beso en la cabeza y dijo bajito — Si sigues el tratamiento te podrás mejor pronto — se colocó las 5 pastillas que le recetaron en la mano  y con la otra el vaso con agua — Tomémoslas — 

— No — se volvió a negar, estaba retando a Taeyong de nuevo, sintió la mano posarse en su hombro, cerro los ojos con fuerza, tenía miedo 

Lo levantó con tanta fuerza que sintió que su cuello iba a ser arrancado de su cuerpo — Aún te negarás? —

— Ya te dije que no me lo voy a tomar — fue lo último que dijo antes de que su esposo le abriera la boca con las manos e insertara las pastillas de golpe forzándolo a tomarlas, después tomo el vaso, el agua pasaba por la garganta del menor en grandes cantidades haciendo que quedará rápidamente sin oxigeno y empezara a golpear el brazo de su esposo en señal de que se detuviera, no se detuvo hasta que el agua empezó a escurrir por fuera de su boca y mojaba la cama, tosió varias veces y volteo a mirar a Taeyong quien lo miraba con una sonrisa aterradora

Le dio un beso en la mejilla — Muy bien mi tesoro — fue lo último que escuchó antes de quedarse totalmente dormido


Pay de fresa | TaeTenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora