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— ¿A dónde va a ir? — preguntó en un tono algo fuerte después de haber repetido su pregunta unas 3 veces a lo que el ahora rubio lo miro inexpresivo y dio la dirección del negocio de sus padres

Era la primera vez en tanto tiempo que salía, era libre de ir a donde quisiera, pero no podía pensar en otro lugar que no fuera eso o su casa

Cuando llegó al establecimiento vio como los clientes llenaban la mayoría de mesas, apenas entró su padre lo recibió como un cliente más

Unos segundos se tardaron en notar que era su hijo y ambos señores corrieron a abrazarlo y llenándolo de besos junto con algunas lagrimas escurriendo por sus mejillas 

Lo llevaron a la casa que estaba arriba del local en donde tuvieron oportunidad de hablar por primera vez después de tanto tiempo

Ten les contó acerca de lo que vivió en el hospital pero no estaba muy seguro de si contar todo lo que había pasado con Taeyong, la última vez que lo intento fue totalmente ignorado y a decir verdad en toda esta situación se sentía totalmente solo 


 Se sentaron los tres en aquel comedor que seguía teniendo las manchas de la pintura que derramaba accidentalmente haciendo sus trabajos de la universidad y comenzó — Me siento un poco mal de que nunca me hayan ido a visitar —  riéndose bajito

 — ¿Querías que fuéramos? — preguntó su madre preocupada 

— Claro que si mamá —  dijo con una sonrisa forzada que desapareció en unos segundos al ser invadido por la tristeza haciendo que salieran las lagrimas a lo que su madre respondió con una cara triste y abrazándole  

— Taeyong dijo que no querías vernos — dijo su padre con un tono algo melancólico pero después sonrió al ver a su hijo siendo consolado por su madre como cuando le dieron la noticia de que dejarían Tailandia 

"De nuevo ese imbécil" pensó, todo siempre va mal por culpa del idiota de su marido — como crees que no los quisiera ver —  respondió enojado y decidido a contar todo lo que hizo el hombre con quien esta casado

Sus padres estaban más que horrorizados al escuchar todas y cada una de las historias, a diferencia de la otra vez, ahora tenía las pruebas de que no era solo lo que Taeyong llamaba "loquera" o "alucinaciones" Sus padres le dijeron que se divorciara lo más pronto posible y que desde esa misma noche podía regresar a casa, pero el rubio se negó diciendo que aún no era momento para después prometer regresar y salir del lugar



Llegó a donde empezó todo, su casa, lo que alguna vez solía ser su precioso hogar ahora solo se veía como una construcción oscura y con una vibra agobiante, lo bueno de vivir relativamente solo es que solo tú sabes pequeños secretos sobre tu casa, en este caso eran las llaves que Ten solía dejar abajo de la maceta de la entrada en caso de emergencias 

Entró a la casa y estaba en total oscuridad ¿Cuántos días había estado abandonada? Tal vez no mucho pero es más que obvio que Taeyong no ha vuelto en un tiempo, se ve sucio y desordenado, cojines tirados por toda la sala, la mesa del comedor con vasos usados y el lavabo de la cocina lleno de tazas de café, se acercó a su tele y la encendió preguntandose si se habra molestado en arreglar la antena y se llevó una sorpresa al ver que en efecto la había arreglado y curiosamente estaba en un programa +18 — Parece que ni siquiera Jaehyun es suficiente para ti — dijo con una risita seguida de un suspiro 

Apagó el televisor y se dirigió al segundo piso el cual estaba más decente a comparación del primero, entró a la habitación y se encontró con empaques de condones tiradas por el suelo, la cama desordenada y el lubricante colocado a un lado de ella 

Se asqueo al ver manchas en la cama, no sabía si eran rastros de semen, lubricante o saliva y realmente estaba bien sin saberlo

Quito aquellas cobijas sucias y se acostó solo en el colchón en donde rápidamente se quedó dormido 

El día siguiente limpió toda la casa

Pay de fresa | TaeTenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora