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Despertó con el olor a café, se levantó y se dio cuenta que el colchón de la cama estaba un tanto separado de la cabecera así que lo arregló y vio en su celular más de 50 notificaciones distribuidas entre llamadas y mensajes de su esposo y de Johnny 

Se olvidó por completo que no regreso a casa, pero se tranquilizo cuando vio que su amigo le había dicho a Ten que habían tomado tanto que se había quedado dormido, decidió ponerse en camino a la pequeña cocina donde se encontraba el rubio quien solo portaba una larga camisa blanca y servía café en dos tazas 

Tomó asiento en la barra — Vi que la cama se movió mucho, espero no haber sido muy agresivo — dijo Taeyong mientras recibía la taza de café con una sonrisa

— Me duele la espalda como no tienes una idea, pero esta bien ya tomé una pastilla — le dio un trago a su café para después meter dos panes a la tostadora y hacer el desayuno

Jaehyun iba a seguir la conversación pero cuando volteo vio que estaba a punto de hacer una llamada telefónica, se sintió decepcionado, es decir, sabia que su amante era casado pero se sentía celoso, empezó a codiciar el corazón de Taeyong, ansiaba que se olvidara de su esposo con todas sus fuerzas pero no podía hacer nada y eso lo llenaba aún más de impotencia

Tan pronto como se enlazó la llamada se escucharon llantos molestos — ¿Tesoro? perdóname en serio —

— Es que se logró la inversión, por eso fui a celebrar a casa de Johnny pero me emborrache tanto que me quede dormido y me olvide de llamarte —

Se creo un silencio de unos minutos y después el castaño terminó la llamada con un — Te veo en casa —


Después de tomar el desayuno con Jaehyun se dispuso a irse — Nos vemos luego — dijo el mayor mientras sacudía su mano levemente y sonreía 

El rubio tenía tantas cosas en la cabeza y no sabía si hacérselas saber, quería gritarle que dejara a Ten y fuera corriendo a sus brazos, que estuviera junto a él para siempre. No lo haría, era un cobarde pero estaba bien, siempre había sido así y había logrado sobrevivir hasta este punto de su vida, o eso pensaba hasta que le gritó a Taeyong que se quedara ahí y no entrara al elevador 

El castaño volteó confundido y dio algunos pasos hasta de nuevo estar a menos de un metro de él, preguntó que pasaba y ahí fue donde las palabras empezaron a salir por si solas sin que las controlara

— Tengo a mi corazón diciendo tu nombre , lo quiero gritar, quiero que los vientos resuenen tu nombre, que el mundo sepa que te quiero sin tener que explicar nada. Que me escuchen las nubes y las estrellas —

Apenas Taeyong iba a empezar a hablar pero el rubio lo interrumpió diciendo — Te conozco y me preguntaras la razón, pero ni yo la sé, te quiero porque si, te quiero cuando hablas, cuando callas, cuando ríes y cuando estas estresado, te quiero cuando me contestas en un segundo o cuando no me hablas en días. Te quiero cuando tengo un buen día y cuando tengo uno malo, tal como la mariposa a la primavera y como la primavera ama al sol. Y si aún no te queda claro y tienes la duda te quiero Lee Taeyong, me gustas—

Terminó de decirlo y miro al suelo mientras apretaba sus puños a los costados de sus piernas para después ser relajados cuando las grandes manos de su amado los sujetaron y luego besaron sus manos — A mi también Jae —

Un hecho que ninguno quería aceptar, no se había dado cuenta de lo mucho que disfrutaba estar con Jaehyun, era tal como se sentía cuando se escapaba de clases con Ten y disfrutaban de su romance adolescente

Lo tomó por los hombros y le dijo — Deja a tu esposo para que estemos juntos —

Esas palabras sonaron tan duras pero tan reales, ¿Debería hacerlo? Tenía que pensar en como hacerlo, pero el tenía que salir intacto

— Voy a buscar la manera de que estemos juntos, nos vemos — le dio un beso a su amante y se retiró a lo que llamaba amargamente "su hogar"

Pay de fresa | TaeTenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora