Déjame mirarte, aunque no con mis ojos. Déjame buscarte, donde muere el olvido. Permíteme, aunque sea un instante, recuperar tu beso perdido.
Lenta agonía es saberte querida entre besos, y un cuerpo bandido que me ha robado la herida, que me ha robado el suspiro.
Herida, porque todo amor duele. Suspiro, porque es la voz de lo tenido. Y no hay pérdida, ni dolor que dure, si en vez de mi recuerdo, eres mi olvido.
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el cementerio de los versos perdidos
PoetryEste libro está dedicado a todos aquellos que todavía creen que las palabras son el lenguaje de la belleza, la música el idioma del alma, y un beso el único lenguaje válido allí donde no llegan ni las palabras ni la música. A quienes juran qu...