Ven, acuéstate en mi olvido, para así nunca olvidarte, para saber que no te has ido, y en mí, así, retenerte.
Ven, deslízate en mi herida y cúrala con tus besos, que la infección se dé por vencida y hagan de mis labios, presos.
Ven, acurrúcate en mi sueño, para que no despierte el olvido. Ven, acuéstate conmigo, para que no me haga su dueño.
Que a la soledad tengo miedo, a ser un hombre deshabitado. Amor, recuéstame en tu cielo. Ven, acuéstate a mi lado.
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el cementerio de los versos perdidos
PoetryEste libro está dedicado a todos aquellos que todavía creen que las palabras son el lenguaje de la belleza, la música el idioma del alma, y un beso el único lenguaje válido allí donde no llegan ni las palabras ni la música. A quienes juran qu...