Es el mar de la arena triste, es la playa de la piel mudada, es la ola que de muerte viste a una costa quieta, callada.
Negras lágrimas son ríos, naturaleza muerta que espanta. Teatro de lo sombrío, la Santa Compaña canta.
Y que callen las sirenas, y que salgan ya de un agua, que se muere a manos llenas de Futuro y se desangra.
Y que muden las sirenas su cola de noche y gala, por un traje hecho de pena, por un pico, cubo y pala.
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el cementerio de los versos perdidos
PoetryEste libro está dedicado a todos aquellos que todavía creen que las palabras son el lenguaje de la belleza, la música el idioma del alma, y un beso el único lenguaje válido allí donde no llegan ni las palabras ni la música. A quienes juran qu...