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Aún recuerdo la primera vez que que vi a Darien, fue hace tanto tiempo, yo tenía solo quince años, cuando tropecé con el viniendo de la escuela, mi corazón no latió fuerte cuando lo vi por primera vez, no; mi corazón dio un solo latido, fuerte, lento y duro que me hizo saber que me había enamorado con tan solo verlo.

Luego como por azares del destino arrojé una bola de papel sin querer sobre su cabeza, era mi vergonzoso examen de cálculo, nunca fui buena para las matemáticas, lo mío eran las artes, pero eso no lo entendía mi maestro.

Ahora, haciendo memorias me doy cuenta que al principio Darien siempre fue un poco tosco conmigo, incluso podría decir que algo odioso y patán.

Lo adjudicaba a su porte serio y educado, él es exelente en todo, todo lo hace bien, inteligente y hermoso, y por todas esas virtudes ignoré lo que ahora puedo ver claramente.

Sobre todo ahora recuerdo claramente cuando Reí emocionada dijo que había conocido un chico en el parque, que sintió la conexión entre ambos, pero luego no volvió a hablar de él, ahora comprendo que se trataba de él, de Darien, de mi Darien.

Es que todo está tan claro ahora, él siempre decía que no sabía lo que pasaba con él, pero que de una forma u otra se sentía atraído hacia mi y yo deduje que era amor.

Pero solo era el destino, el injusto destino tratando de imponerse y hacerse cumplir sin pensar en nadie.

Darien nunca me amó, ahora lo entiendo.

¿Como estoy tan segura?.

Fácil, él no me pidió ser su novia hasta que nuestro destino no fue revelado en el milenio de plata por voz de la reina Serenity, y nuestro destino fue proclamado a viva voz delante de todos sin derecho a la objeción.

Yo estaba feliz por que ya nos amábamos ¿cierto?, o sea no eramos novios con todas sus letras pero siempre estábamos juntos y nos habíamos besado algunas veces.

Darien no proclamo palabras esa vez, pero suponía que era la impresión de semejante noticia.

Que ciega estaba, solo era el maldito destino y la misión que recaía sobre nuestros frágiles hombros, la pequeña bobada de salvar al mundo.

¿Y a mi quien me salvaba?.

Sin duda alguna las sailors scouts eran mis compañeras de batalla por destino, y por que debían salvar mi vida por el bien de la humanidad.

¿Querían si quiera ellas este destino?

Por que sinceramente lo estoy odiando.

No, me estoy odiando,

Por no ser suficiente, por no ser capaz, por no poder continuar con todo, por no poder ganarme el amor que creía ganado, que sentía mío.

Me siento tan tonta, ¿como puedo sentir tanto? Mi cuerpo está resistiendo este tumulto de emociones corriendo por mi ser.

Seria bueno morir ahora, es un pensamiento bastante recurrente este último tiempo, sería apacible y tranquilo, pero con mis habilidades ni si quiera si pueda morir.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de un mensaje entrante en mi celular, reconocía el sonido, era del grupo de las chicas.

Me levanté del piso en medio del amplio salón de practicas y saqué el móvil de mi bolso, quizá era algo importante.

Me senté en el suelo y recosté mi espalda a la pared de vidrio desbloqueando por fin el celular y leyendo los mensajes. 

Rei🔥: ya saben nos vemos a las 6 de la tarde.

Miré la hora en la pantalla, eran las cuatro de la tarde ¿cuanto tiempo había demorado divagando en mis oscuros pensamientos?. Debía apurarme si quería llegar.

¿Pero a donde debía llegar? No lo recordaba, quizá lo había olvidado.

Iba a responder pero un mensaje entrante me interrumpió.

Rei🔥: ya saben, no le digan nada a serena.

Frunci el entrecejo y suspiré. ¿Podía hacer algo más? .

Mina🧡: idiota, escribiste al grupo que no era, en el otro grupo.

Los mensajes fueron eliminados, pero obviamente ya yo los había leído.

Amy💧: serena, lo siento de verdad... no es lo que crees.

La saliva pasó gruesa por mi garganta haciendo el nudo que se había alojado ahí hace tiempo más grueso y más pesado.

Yo💕: no se preocupes chicas, estoy en la universidad, no creo de todos modos poder ir a algún lado.

Apagué mi celular, no quería leer más, y simplemente volví a llorar camino a casa.

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