Los rayos de la luna eran los únicos testigos de los labios trazando caminitos como mapas en el abdomen de serena, quería tan mal besar cada porción de piel a la vista, incluso la que no podía ver por ahora.
Sin embargo aún permanecía en la delgada línea de ir más allá. Iba lento, sin afanes ni presiones, la personalidad extrovertida y abierta de seiya nunca lo abandonaba, incluso en estos casos.
-no sabes cuánto te anhelo- subió el mismo camino con sus labios que había trazado antes hasta llegar de nuevo a la boca de serena. -quizá es otro de mis sueños, esos donde te hago mía de mil manera diferentes.
El cuerpo de serena vibraba ante esas palabras que le estremecían hasta los órganos, o eso podía jurar ella.
Las cosas con Darien eran simples y sobrias, incluso su primera vez, ella prácticamente le había propuesto hacerlo, por que quería vivir la experiencia con el hombre que amaba y él lo hizo, hicieron el amor muchas veces, y se sintió plena con ello, pero el estremecimiento de sus poros le indicaban que esto sería totalmente diferente a lo que había vivido antes.
Y por la luna que quería vivirlo y sentirlo.
Sentía la súplica de seiya en sus caricias, como un niño hambriento frente a una porción de comida, y sin embargo no podía sentirlo de manera morbosa, si no más bien fascinada por todo lo que estaban compartiendo justo ahora.
Ella no tenía más tiempo que perder que el que había vivido y sin embargo no lo llamaba perdída, quería vivir el día a día, aprovechar cada vestigio de felicidad y este no sería la excepción.
Ella le sonrió y levantó su cabeza para unir sus labios una vez más.
-tú no le temes al peligro cierto, no te da miedo que nos vean- murmuró ella sobre los labios contrarios haciéndolo sonreír.
-nadie puede vernos justo aqui, está oscuro y estamos solos, pero si te incomoda podemos ir a casa, no me importa, estoy feliz si tú lo estás nena.
-estas son las cosas que me encantan de ti, eres tan cuidadoso de mi persona, me tratas como una...
-reina- le interrumpió, -quiero que seas la reina de este loco corazón ¿aceptas?.
-iba a decir princesa pero reina está bien, y quiero todo contigo, vivir lo que tengamos que vivir, sea un día, una hora o una vida, sin miedo a enloquecer de amor, solo me da miedo no ser suficiente para ti- el miedo y la tristeza detonaron en los ojos de la rubia y Seiya como siempre se encargaría de borrar todo lo malo en ella.
-¿bromeas?, eres más de lo que pude pedir al cielo alguna vez, eres jodidamente perfecta para mi, no vuelvas a decir eso por favor. Eres el ser más hermoso que haya visto, y no solo me refiero al aspecto físico, si no a tu ser y tú esencia, tenía tanto miedo de que no me aceptaras, que ya había decidido intentarlo toda la vida:
Serena tomó un impulso girando al pelinegro y sentándose sobre su regazo para volverlo a besar, sentía que con él no tenía que pedir permiso para cada cosa que quería hacer y por eso no dudó en tomar un poco la iniciativa.
-eres un tonto, pero me encantas- bromeó para volverse a besar, los besos iban subiendo de intensidad, pero sin dejar los sentimientos de lado, más que entregados a la pasión se estaban entregando al amor.
Las manos del pelinegro se pasearon por la espalda de la rubia hasta llegar a los tirantes del brasier del traje de baño, haciendo que este se deslizara por el cuerpo de su dueña, sintió algo de vergüenza cuando seiya se separó un poco para observar sus pechos desnudos, seiya los acarició despacio, con la adoración que siempre poseía cuando se trataba de ellos y pellizcó uno suavemente haciéndola gemir despacio.

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Metanoía
Fanfictionmetanoía (griego). el proceso de transformación que cambia la forma de pensar, sentir, de ser o de vivir de una persona... Serena está cansada, la luna sabe que ha dado todo por salvar a la humanidad y defender el milenio de plata... después de la...