Final

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—¿no te cansas de besarme cierto?— serena sonreía en medio de los besos de su esposo.

—mi amor, es que te beso y luego existo— suspiró encantado el pelinegro sobre los labios de su esposa.

—han pasado siete años y sigues siendo un romántico, te amo— la rubia se estiró sobre la cama con intención de levantarse, pero los planes de Seiya, como siempre, eran otros.

Los intensos labios de Kou recorrieron el cuello de la rubia dejando fuego ardiente a su paso, serena siempre se sorprendia por la libido de su amor, pero este le alegaba siempre que eran cosas de griegos, eso y que tenerla a ella como esposa le era imposible resistirse a la tentación.

Sumándole el hecho que tenían más fuerzas físicas que el común, hacían que ese par tuvieran una resistencia física envidiable...

Como cuando derrotaron a ese villano y la adrenalina los llevó a hacer cosas no aptas para menores terminando la batalla, nadie podía juzgarlos.

En fin, el tiempo vuela cuando eres feliz, y ellos podían dar fe de ello, habían pasado ya siete años desde que se conocieron, y habían pasado muchas cosas desde entonces...

Como lo había prometido el pelinegro aquella noche frente al mar, el Andromeda era ahora uno de los hoteles más lujosos de Mykonos, muy concurrido y bastante popular entre los turistas, tuvieron que comprar las casas de los al rededores para poder ampliar el lugar que jamás perdió la calidez, todos trabajaban para que los huéspedes se sintieran como en casa, hacían un trabajo excelente, y por ende la comida economía de todos había mejorado para bien.

Serena prácticamente obligó a Seiya a invertir el resto de su herencia, multiplicando así la fortuna junto a sus hermanos y ahora gozaban de muchos privilegios, sin embargo no perdieron su humildad y cariño con los demás.

Seiya decidió lanzar un álbum que fue más que exitoso a nivel mundial, yéndose de gira con serena y de paso viajaron por el mundo, desde la Patagonia, hasta volver a Japón y saludar a los padres de serena.

Kenji siempre era feliz con la visita de serena, al igual que su hermano, Ikuko aún seguía neutra ante toda la situación, pero ya no era hostil con serena, y la rubia estaba bien con eso.

¿Las ex sailor scouts?, tuvieron vidas normales, pero con el tiempo dejaron de ser amigas.

Darien se dedicó a su trabajo, se especializó en pediatría y decidió no volver a enamorarse, dijo que no había encontrado a nadie como serena y se lo volvió a afirmar cuando se encontraron en una concurrida calle en uno de los paseos de la pareja al país de origen de la rubia.

—me alegro que seas feliz— le contó Darien sinceramente después del abrazo que le regaló serena. —que sean felices— corrigió con una sonrisa observando a Seiya y estrechando sus manos.

Darien no había perdido sus dones, ya que estos no podían ser quitados por la reina Serenity, ya que estos no habían sido dados por ella; pero como el doctor ya no se dedicaba a pelear por el planeta, decidió utilizar este para salvar a las personas a través de la medicina, sobre todo a los niños, dijo que esto lo llenaba y lo hacía feliz.

Rei, pasó todos estos años, rogándole a Darien que volviera con ella, y de hecho lo habían intentado, pero fracasaron en el intento, incluso Rei perdió un bebé de ambos, fue tan grave la pérdida que la pelinegra quedó sin la posibilidad de ser madre nuevamente, una operación de emergencia, una histerectomia total habían matado sus sueños de ser madre junto al pelinegro.

Después de eso, su relación fue aún más en picada dando por terminada esa etapa de sus vidas, por lo menos para Darien, por que Rei seguía insistiendo aunque este siguiera negándose mil veces.

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