—¿se durmió?- preguntó Amy cuando vio a Seiya acercarse hasta el balcón de la habitación de hotel donde estaban hospedados.
—la conozco, no tardará más de diez minutos en despertar— casi susurraban para tratar de que el sueño de la rubia fuera un poco más largo. —pero me dijo que quiere a casa de sus padres de una vez, le aconsejé que fuéramos mañana, pero es terca.
—así es— Amy sonrió, —igual le di dos pastillas para el dolor de cabeza, Serena es tan fuerte, afronto todo esto sola, la admiro mucho y me arrepiento de no hacer nada cuando estaba aquí, pero nunca nos demostró que estaba sufriendo, siempre trataba de estar bien para nosotros, ya que no quería ser una carga para los demás aunque para mi nunca lo fue.
Seiya encendió un cigarrillo posando sus brazos en la barandilla del balcón, observando la ciudad. —serena es la mujer más valiente y hermosa que he conocido, es como una diosa griega de las que tanto profesa mi cultura— sonrió —ella creería que no lo es, pero estamos claros que si en Grecia supieran que es sailor moon, obviamente dirían que es la reencarnación de Selene, la diosa de la luna, aunque pensándolo bien, ¡mierda, si lo es!— Seiya río emocionado.
—Estoy casi segura que lo es— Amy observó a Seiya, la forma en la que se emocionaba al hablar de su amiga, el hombre casi vibraba de felicidad. —me alegro mucho por ustedes, que serena haya tomado la decisión de irse, de todos modos de algo vamos a morir, no podemos pasarnos la vida sujeta a un destino tan fuerte como el de serena.
—a partir de ahora seré yo quien se encuentre con serena en todas vidas por venir, y en todas y cada una de ellas se la arrebataré al idiota ese— ambos se rieron.
—me parece insólito como te has tomado tan a la ligera lo de la princesa de la luna y eso, yo soy sailor mercury, la pelinegra que viste, la sailor de Marte.
—la amante del imbecil— la interrumpió Seiya.
—esa— Amy ríó, la rubia Venus y la castaña Jupiter, aunque supongo que por ahora no seremos más sailor scouts, pero mis poderes nunca disminuyeron o se extinguieron en la ausencia de serena— casi que meditó.
—Serena las ama, el corazón de mi novia es demasiado hermoso para este mundo— suspiró expulsando el humo que era arrastrado por el viento— nadie la merece, no sé qué hice para que se fijara en mi.
—pues algo bien hecho por que se nota que te ama, Seiya.
Los pasos de serena los sacaron de su conversación, Seiya abrió uno de sus brazos para recibirla mientras que seguía en la labor de terminar su cigarrillo tranquilamente.
—vamos donde mis papás— habló la rubia.
—no, vamos a comer y luego daremos un paseo por la ciudad, se ve interesante y no, no vas a convencerme de lo contrario, a menos que no quieras salir, nos podemos quedar acurrucados un ratito— la retó Seiya, y no iba a ceder, serena necesitaba algo de aire y comer algo.
Serena y hizo un puchero, iba a protestar pero un beso rápido de Seiya en sus labios la hizo callar inmediatamente.
—eso pensé— sonrió Seiya al no recibir respuesta, solo un asentimiento de parte de su novia.
—bien, es hora de irme— se despidió Amy dejando un abrazo a ambos. —serena llámame por favor, no te vayas sin despedirte de mí por favor.
Serena la observó confundida. —¿despedirme? Pero si dijiste que querías ir con nosotros, a menos que te hayas arrepentido, aquí está tu vida Amy.
—¿vida?, prácticamente vivo sola y viene navidad y estas fechas siempre la paso sola o con ustedes, pero este año será diferente por que cada quien estará donde quiere estar.
Serena le tomó las manos. —entonces empieza a empacar por que en cualquier momento nos vamos, ni para qué decirte que lleves ahorros, se me olvida que el dinero te sobra. —ambas rieron.
—lo haré, nos vemos— volvió a despedirse y salió del lugar con muchas promesas por cumplir.
Y como Seiya lo prometió, salieron a pasear, se encargó de que su novia se alimentara y logró distraerla un rato, pero a las seis de la tarde estaban tocando el timbre de la puerta de la casa de los padres de serena.
Esta sentía que se desvanecía, una cosa es enfrentar a otras personas, pero esos eran sus padres y tenían el poder de armarla y destruirla, lo habían hecho todo el tiempo, sin embargo no deja de doler.
—recuerda que no estás sola— susurró Seiya, se lo repetía todo el tiempo para confortarla, él sabía que su novia podía sola, era una mujer fuerte, no la subestimaba pero todos necesitamos apoyo, y él estaba más que dispuesto a dárselo.
Ella solo sonrió y después de tocar el timbre nuevamente la puerta se abrió, Ikuko, su madre la recibió con un semblante serio y de brazos cruzados, sin si quiera invitarla a pasar.
—hasta que te acordaste que tienes padres, pensé que no volverías, serena— no había nada de familiaridad en su tono de voz.
—mamá, ¿como estás?— murmuró serena con manos y voz temblorosa.
—supongo que este es tu amante, eres una desvergonzada ¿como te atreves a venir acá con él?— el corazón de serena se estrujaba con cada palabra que salía de los labios de su madre.
—no es mi amante madre, es mi pareja y si me dejas explicarte...
—¿explicarme que?, qué te largaste del país a revolcarte quien sabe con cuántas personas, interrumpiste tu matrimonio con un hombre bueno, ¡nos dejaste en vergüenza con todos los invitados!, tu padre es el hazme reír de sus compañeros de trabajo.
—¡Darien me engañó con Rei mamá!— la atmósfera estaba tensa, y serena a esa hora ya estaba soltando lágrimas como corrientes y su madre a cada segundo se colocaba más histérica.
—¿y por eso saliste corriendo?, esas cosas se enfrentan y se resuelven, ademas, los hombres son todos así— tenias que resolverlo y casarte, por algo te estaba engañando.
—con todo respeto— Seiya no pudo aguantar más. —ni todos los hombres somos así, ni serena tiene que soportar nada, señora, a mi novia le ha tomado mucho tiempo y esfuerzo sanar sus heridas para que usted venga a lastimarla nuevamente.
Ciertamente Ikuko no entendió todo, pero si una gran parte, y eso no hizo si no enójarla más.
—¡lárguense de mi casa!— la mujer gritó furiosa, señalando con un dedo índice las calles. —¡eres una vergüenza, vete y no vuelvas más, ni tú ni este hombre!.
—quiero ver a papá— murmuró serena, su padre siempre fue un poco, solo un poco más condescendiente que su madre y quería verlo así sea por última vez.
—está viajando, y créeme serena que él tampoco quiere volver a verte, está más enojado que yo, Darien por lo menos tuvo la delicadeza de disculparse con nosotros y explicarnos lo que pasó, y si alguien tiene la culpa, eres tu niña tonta.
—vámonos serena, no mereces esto— Seiya dejó un beso en la cabeza de su novia. —en Grecia tienes una familia que te espera, conocerás a mis hermanos, y seremos felices, te lo juro.
Serena se resistió un momento pero al solo dar la vuelta su madre les cerró la puerta casi en la cara, la rubia no esperaba menos, pero sentía que le habían metido la mano en el pecho y arrancado su corazón de un solo tajo.
No pudo ver a su padre, su hermano ni se había asomado al escuchar la discusión... ahora estaba segura que no tenía nada más que hacer en Tokio...

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Metanoía
Fanfictionmetanoía (griego). el proceso de transformación que cambia la forma de pensar, sentir, de ser o de vivir de una persona... Serena está cansada, la luna sabe que ha dado todo por salvar a la humanidad y defender el milenio de plata... después de la...