Un largo viaje a un mundo real y desconocido, donde la línea que separa lo cotidiano de lo sobrenatural es muy delgada y teñida de sangre. Vive la insufrible travesía de un hombre normal en búsqueda de la verdad para contar su historia, repleta de e...
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XXV
LA QUE IMPARTE JUSTICIA
Thomas había empezado a escribir en un viejo cuaderno. En él hay notas sobre su diario vivir. Este es un extracto de una página del mismo.
"Para todo hay una explicación. Hay quienes persiguen y hay quienes son perseguidos. Yo persigo una misión, un objetivo, un horizonte que por más que corro hacia él, se sigue viendo lejos, como esas montañas que se ven debajo del cielo mientras manejas por un largo camino sin un mapa que te diga cuánto falta por llegar.
Y la verdad, no sé ni siquiera si voy a llegar.
Hay quienes me persiguen, y hay a quienes yo persigo, ni siquiera sé por qué razón, pero parece, que estaba escrito desde el momento en que fui asignado a este mundo, que ese era mi destino, perseguir...
A aquellos que ya no pertenecen a este mundo.
Victoria, aquella alma que me ha ayudado hasta ahora, ha desaparecido sin dejar rastro. Llevo días tratando de hablarle, se fue enojada y a decir verdad, siento que se ha marchado para bien o para mal. He sido tan egoísta, que ni siquiera le he preguntado si había algo que yo pudiera hacer por ella. Asumí que todo se trataba de mi".
Thomas partió en el motorhome con provisiones y todas sus pertenencias. Condujo por varios días haciendo pequeñas escalas, disfrutando del viaje, sin prisa pero sin pausa; dirigiéndose a aquel lugar donde comenzó esta historia. Luego de varias escalas y parajes solitarios, se detuvo en la pequeña localidad de Carora.
Carora, 6:00 am.
Thomas se levanta a tomar un café en un puesto pequeño de comida, diagonal a la Iglesia.
- Un café y dos empanadas de mojito, por favor.
Mientras espera el desayuno, una vieja mujer se acerca a hablarle.
- Disculpe, ¿está tomado este asiento?
- Para nada, adelante.
- Es usted un hombre misterioso. Hasta llegué a pensar que eran mitos y leyendas de la gente ignorante.
Thomas la mira y guarda silencio.
- Se lo que pasó en la posada Cuatro Caminos. Yo sí creo que fue verdad.
- No sé de lo que me habla, señora, me debe estar confundiendo con alguien más.
- Voy a ir al grano, hay un idiota que me robó todo y necesito de su ayuda para recuperarlo.
- Mire le voy a decir tres cosas sencillitas: No cazo recompensas, no hago mandados, y no la conozco. Lo siento, llegaron mis empanadas, hasta luego –se levanta con el desayuno y se va–