XV AL BORDE DEL ABISMO

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XV

AL BORDE DEL ABISMO

Camino a Maracaibo... 1:20 pm. Thomas meditaba mientras conducía y Diana descansaba a su lado en el asiento del copiloto, entre dormida de tanto escuchar hablar a Thomas.

"Desde aquella noche, mi mirada no es la misma. Mis ojos llevan un maleficio. Mis pasos deambulan en un destino incierto. Desde hace años ella es un tormento, dice que le pertenezco, que yo revertiré el maleficio que destruye cada cosa que toco por culpa de ese revólver maldito. Tal cual como aquella noche, sólo que esa vez lo que hice pedazos, tenía alma, un cuerpo. Además de eso fue la última mujer que me amó. Eso fue lo último que recuerdo haber destruido. Por eso debo deshacer esta maldición y aceptar mi destino, porque aquello que sólo me dijo una vez, es lo más verdadero que he conocido desde entonces. Mis recuerdos han estado borrosos, pero estar cerca de la verdad, me está aclarando mis memorias, para fortuna de Eduardo, que retomó el caso, y de Diana, que aún no entiendo por qué aún sigue aquí, aunque ya me entregó la pieza del revólver. Me prometió que estaría conmigo hasta el final de este misterio, pero, ¿en que saldría ella beneficiada? Tanta compañía y apoyo no es gratis. Todos hacen algo a cambio de algo, el ser humano es un animal político."

Cada vez la ciudad estaba más cerca, y Diana ya había despertado de nuevo.

- Estamos muy cerca de Maracaibo.

- Está bien.

Diana acarició cariñosamente el cabello de Thomas, en manera muy fraternal, a lo que agregó:

- ¿Aún te atormentan esas voces?

Thomas la miró de reojo, nervioso.

- No. No es nada. Es sólo que quiero contarte algo que sólo tú sabrás a partir de hoy.

- ¿y qué esperas? Ya me has contado muchas cosas hoy, esta sería otra más.

- Te lo diré en el momento oportuno de este día. Sabrás exactamente cómo murió mi mujer.

- ¿Se despejaron tus recuerdos?

- No sé si es la carretera, o lo cerca que estoy nuevamente de este lugar, pero empiezo a recordar los detalles.

Valencia, a la misma hora.

Eduardo terminó de analizar los documentos, hasta que al final de ellos logró hallar la pieza clave en la búsqueda del libro: una nota de Matos, que escribió el día de su muerte y fue encontrada entre sus pertenencias, las que le fueron devueltas a su mujer. "Sigue las instrucciones, Marta" decía la nota doblada.

"Ocultarás el libro donde nadie lo encontrará jamás, oculto a la luz del día, en el mismo lugar de donde provino. Este tormento se acabará, lo presiento. Esas voces, ese miedo que tengo de revelar la verdad, esas sombras que no me dejan dormir desde entonces, esa cara horrible que veo al mirar el espejo... me los llevaré conmigo. Si alguien además de ti llegase a leer esta nota, significa que ya está inmerso en esto, tenga mucho cuidado con la anciana. Y para aquel que desafíe ese maleficio, le daré la clave de este misterio. Ocultarás este secreto detrás de mí retrato junto a mi familia. Detrás de él dejaré, las revelaciones que me llevaron a marcharme, y una clave que si usted es inteligente, confío será capaz de entender."

- ¡Carajo! Tengo que ir a buscar a esa mujer de nuevo. Si esa localización es cierta, este misterio llegará a su fin. Tengo que llamar a Thomas...

El teléfono de Thomas comenzó a sonar.

- Es Eduardo. ¿Hola?

- Te tengo buenas noticias hermano.

El Revólver Fantasma ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora