XXX PARTE 2 - TRANSFORMACIÓN

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Zinerva usó el revólver, apuntandolo a Máscara, pero éste no le respondió.

- ¡Me tienes que estar jodiendo! ¡Imposible!

Victoria apareció para darle una última instrucción a Thomas.

- Zinerva no puede usar el revólver, aunque ella fue alguna vez su dueña, el maleficio de Teresa no la dejará usarlo, sólo responderá a los escogidos por el arcángel. Lázaro Thomas y Diana Rosas, sólo ustedes pueden acabar con la maldad pura. Este es sólo el comienzo. No corran más, es el momento. ¡Vayan al faro península y detengan esta tragedia!

- ¿¿¿¿Por qué no nos advertiste de esto????

- En cualquier escenario, este igual habría sido el desenlace. Este final no pudo ser evitado.

Carlos apareció con un Jeep militar artillado, acompañado de Yackeline.

- Suban, llegaremos más rápido.

- ¿Fuiste tú quien lanzó la bengala?

- No, debió haber sido Paco. Los restos del buque están en el área de los médanos, logré sacar este bebé y venir a ayudarlos.

- No alcancé a llegar al lugar donde vi la bengala.

En el vehículo de guerra, todos van de prisa rumbo al faro. Zinerva, en gran frustración por haber sido ignorada por el poder del nuevo revolver, murmuró:

- La luz de la justicia no puede brillar si los buenos no hacen nada. El mal retrocede con las acciones, no con las palabras.

- Qué momento has escogido para lanzar un verso, ¡hay que ver! - Exclamó Yackeline burlándose de Zinerva.

- Aunque no pueda usar el revólver, voy a hallar la manera de ayudarlos.

- ¡¡¡¿¿¿¿Qué acaso no estás viendo el tamaño de esa bestia???!!! Seremos polvo cósmico si nos acercamos, ¡hay que ver la forma de atacar desde lejos!

-Victoria insistió- Usen el faro península como amplificador y la energía divina del revólver, y lo lograrán.

Máscara levitaba frente a ellos y volaba más rápido, con su legión de esbirros. Se burló de ellos diciendo:

- Me cortareis la cabeza hoy, pero en su lugar crecerán miles de ellas, somos indetenibles. Ella ha sido desatada y no hay forma de detenerlo, ¡ni con mil revólveres divinos nos detendrán!

- ¡Thomas! ¿¡a dónde vas!? ¡¡¡THOMAS!!!

Thomas se bajó bruscamente del jeep, y apuntó el revólver sagrado al cielo, a Máscara, disparando un cañón de luz, una bala fantasma, que interrumpió su vuelo. Máscara cayó al suelo como ave herida, golpeándose fuertemente al caer. Pero no paraba de reír y burlarse.

- ¡No eres nadie, Thomas! Sólo te utilizamos para despertarla, y ahora que lo hemos logrado, no la vas a poder detener. Eres un idiota, siempre has creído que puedes resolverlo y que está en tus manos. ¡Pero nunca ha sido así! ¡El arcángel no ha hecho más que engañarlos!

Thomas comenzó a golpear sin piedad a Máscara, viendo que caía abatido y sangraba, como cualquier otro mortal. El poder oscuro había abandonado su cuerpo con solo el impacto de una bala fantasma.

- No te veo en posición de estar ganando, Máscara. ¡Esto se terminó!

Thomas dio rienda suelta a su furia, arrancándole la máscara del rostro. Pero para su sorpresa, la máscara era parte de los tejidos y la carne viva del espectro, por lo que al arrancarla sólo vio una repugnante cara bestial, sangrante, sin facciones humanoides sino más bien de bestia, con 4 ojos y dos cuernos nacientes, de ciervo.

El Revólver Fantasma ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora