XXII
DECISIONES
Thomas corre desesperadamente al ver como el vehículo de Diana se desplazó varios metros, destrozado sin dirección alguna tras ser impactado por un camión a 90 km por hora. Y los oscuros personajes ríen parados en el tope del mirador.
- Es así como se hace, Marioneta. Debes aprender a hacerlo, tengas o no el revólver en la mano. Cuando lo recuperes, harás cosas peores que éstas, una vez más, pues el revólver aumentará grandemente nuestra maldad, y entonces lograremos nuestro objetivo.
El tiempo se acerca...
Tras varios minutos del impacto, Thomas llega al lugar del siniestro, evitando los trozos de mica y vidrio. Ninguna patrulla se ha presentado hasta el momento y el lugar ya se ha llenado de mirones en un santiamén.
- Por tratar de protegerte, te he hecho daño, ¡maldita sea! ¡lo sabía!
Thomas se toma la cabeza en señal de desespero, sabiendo que por ser un accidente tan grave no puede rescatar a Diana de los amasijos de hierro del vehículo, un movimiento en falso podría matarla en el acto. De pronto, siente la presencia en el tope del mirador...
- Eso los mantendrá ocupados un buen rato. No importa si obtienen la llave, tarde o temprano son ellos los que tienen que venir hacia ti, y es allí que acabarás con todos, escóndete en el lugar abrasado por las llamas, y espera mi orden, Marioneta.
El campo de fuerza oscura desapareció, y Victoria se acercó rápidamente a ellos.
La ambulancia llega junto a los bomberos, para tratar de levantar el vehículo. Diana está inconsciente y ni se ha percatado del espectáculo que ha creado su accidente. La tristeza de Thomas se transforma en ira, cuando, una gélida mano toca su hombro.
- Thomas...
- Diana, tenía razón, ¡te lo dije! Diana, por favor, no te quedes, vuelve a ti misma.
- Sentí un gran golpe en el pecho y creo que me desmayé, cuando me desperté no me di cuenta como salí del vehículo, ¡no sé qué ha pasado!
Me siento extraña, es como si no fuera yo. Llamemos a emergencias, y a alguien que recoja este desastre, ¿dónde está el desgraciado que me embistió?
- Debes volver, Diana. Este no es tu lugar.
- ¿Y tú, qué haces aquí, Victoria?
- No estás entendiendo Diana, por favor cálmate... debes volver, ¡no estás donde crees que estás!- le dijo Victoria a Diana, que esta vez era visible para ella una vez más
Diana deambulaba en los alrededores del choque. Cuando vio el camión de carga que la impactó, el chofer aún permanecía dentro del vehículo, aturdido por el golpe. Ella se acercó con gran ira, para reprocharle:
- ¡Estúpido! vas a pagar cada céntimo que me cueste mi carro. Mi querido StarFoxx, ¡infeliz! ¿Por qué no te detuviste si no tenías la luz?
Cuando trató de meter su mano con rabia a la ventana del sujeto, se pasmó de miedo al ver que su mano lo atravesó por completo. Victoria se ha acercado para explicarle:
- Diana, esto es muy confuso para ti, pero no estás en el lugar correcto, en realidad tú estás aquí, pero tu cuerpo está entre el amasijo de hierros y vidrios. Lo siento mucho, no sé si sobrevivirás.
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El Revólver Fantasma ©
ParanormalUn largo viaje a un mundo real y desconocido, donde la línea que separa lo cotidiano de lo sobrenatural es muy delgada y teñida de sangre. Vive la insufrible travesía de un hombre normal en búsqueda de la verdad para contar su historia, repleta de e...