24. Ya es suficiente

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Los intentos de Ji Ran por resistirse se paralizaron por completo, y su corazón latía rápidamente.

¿Qué quiso decir Ye Linghan con esa pregunta? ¿Estaba sospechando algo?

Ji Ran se sintió ansioso y, para no revelar sus intenciones, se forzó a mantener la calma y respondió con frialdad: "¡No fui yo!"

"Ese Omega en celo no tiene el aroma adecuado de las feromonas", dijo Ye Linghan desde arriba, fijando sus ojos en Ji Ran. La presión en sus ojos dejaba a Ji Ran sin escapatoria, y él miraba en pánico hacia otro lado.

Ye Linghan captó su intento de escapar y sonrió fríamente: "Ran Ran, ahora has aprendido a mentir".

La voz del hombre, ligeramente burlona, era como una mano que de repente agarraba su corazón con fuerza.

La imagen de Xiao Yue suplicando desesperadamente de rodillas aparecía una y otra vez en su mente.

Si Ye Linghan descubriera su secreto y lo marcara por completo, tal vez su destino sería similar al de Xiao Yue.

Cada vez que entraba en celo, se arrodillaba en el suelo, suplicando humildemente a Ye Linghan que lo ayudara, como si estuviera mendigando su favor.

Ji Ran no quería eso. Apretó el puño con fuerza y, al levantar la cabeza, ya no mostraba la misma desesperación de antes.

Se liberó del agarre de Ye Linghan, se quitó la ropa y se quedó completamente desnudo frente a él.

"No confías en mí, así que compruébalo tú mismo".

En realidad, Ye Linghan no estaba seguro de si había rastro de las feromonas Omega en Ji Ran. Aunque había recibido inhibidores, el aroma después del celo no desaparecería tan rápidamente.

¿Realmente no era él?

A pesar de sus dudas, Ye Linghan aún abrazó el cuerpo de Ji Ran y besó sus labios.

En caso de que Ji Ran fuera el que estuviera en celo, hoy sería el mejor momento para que quedara embarazado.

Ye Linghan llevó a Ji Ran a la habitación y lo presionó sobre la suave cama.

Ji Ran no ofreció resistencia en ningún momento, y Ye Linghan no había sentido tanta docilidad en Ji Ran desde hacía mucho tiempo. Estaba emocionado, y ambos pasaron todo el día en la cama.

Una y otra vez, Ye Linghan tomaba a Ji Ran, sin tomar ninguna precaución.

Ji Ran estaba muy asustado.

Después de todo, acababa de entrar en celo, y este era el momento con mayor probabilidad de quedar embarazado.

Aunque Sheng Weiqing le había inyectado inhibidores a tiempo, esos inhibidores no tenían efecto anticonceptivo. Dada la frecuencia con la que Ye Linghan lo estaba haciendo, sería difícil no quedar embarazado.

Si realmente quedara embarazado, no podría separarse de Ye Linghan en toda su vida.

Ji Ran no quería convertirse en un canario atrapado en una jaula, dependiendo de Ye Linghan para sobrevivir.

Cuando Ji Ran llamó a Sheng Weiqing en el auditorio de la escuela, pidiendo ayuda, también le pidió que le preparara una píldora anticonceptiva.

Mientras Ye Linghan se estaba bañando en el baño, Ji Ran se levantó silenciosamente de la cama y encontró la botella de píldoras en su mochila.

Abrió la tapa y sacó dos pastillas, colocándolas en su boca.

Antes de poder tragar las pastillas, se escuchó una voz profunda detrás de él: "Ran Ran, ¿qué estás haciendo?"

El ex esposo quiere volver a casarse otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora