El ex esposo quiere volver a casarse otra vez

106. enamorarse duele

Una semana pasó y Ye Linghan aún no había ido a reclamar el cuerpo en la morgue.

Estaba convencido de que Ji Ran no podía haber muerto, seguramente se estaba escondiendo en algún lugar.

Antes, Ji Ran también había escapado y cada vez que lo hacía Ye Linghan lo encontraba. Esta vez no sería la excepción.

La búsqueda una vez más no arrojó ningún resultado. Ye Linghan estaba enfurecido y arrojó todos los documentos y objetos de la mesa al suelo, pateó furiosamente una silla y gritó: "¡Sigan buscando! ¡No importa lo profundo que tengan que cavar, tienen que encontrar a Ji Ran!".

Zhou Xin había utilizado todas sus conexiones y había estado investigando durante varios días, y finalmente encontró a los hombres de negro que los habían rodeado ese día.

Ese grupo de personas fue enviado por la familia He con el propósito de secuestrar a Ye Linghan.

En cuanto a Ji Ran, realmente había muerto en esa explosión.

sin embargo Ye Linghan no quería aceptar la realidad, incluso se negaba a hacer una prueba de ADN.

Zhou Xin entendía los sentimientos de Ye Linghan, pero evadir la situación no era una solución.

Reunió coraje y habló: "Joven Maestro Ye, ya hemos averiguado lo sucedido, ya se aclaro. Realmente fue obra de la familia He".

"¡No es posible!" dijo Ye Linghan. "El guardaespaldas que lo acompañaba cuando escapó definitivamente no era de la familia He".

"Los miembros de la familia He ya lo han admitido. Han estado en contacto con el Sr. Ji todo este tiempo. También tienen pruebas de que el señor Ji filtró información confidencial de la empresa a la familia He", dijo Zhou Xin, sacando una carpeta y entregándosela a Ye Linghan. "Joven Maestro Ye, debería echarle un vistazo".

"¡No quiero verlo!" Ye Linghan golpeó bruscamente la carpeta y gritó: "¡Ya lo dije, Ji Ran no está muerto, él no está muerto! ¡Envíen a alguien a buscarlo ahora mismo! ¡continúen buscando!"

Zhou Xin lo miró vacilante, movió los labios y pensó en persuadirlo de nuevo.

Pero Ye Linghan simplemente no podía escucharlo, tenía una tormenta de furia acumulada en sus ojos, como una bestia fuera de control.

"¡Ji Ran no puede estar muerto! ¡Seguramente no está muerto!"

"¡Él se está escondiendo!"

"¡Simplemente no quiere verme! ¡Sé que me odia! ¡Está haciendo berrinches a propósito conmigo!".

"¡Ji Ran definitivamente no está muerto!"

"¡Envíen a más personas a buscarlo nuevamente! ¡Búsquenlo bien! ¿Quién sabe si está escondido en una montaña o en alguna pequeña ciudad? Él es así de travieso, le gusta jugar al escondite conmigo".

"¡Todos ustedes no sirven de nada! ¡Han buscado durante días y aún no lo encuentran!"

De repente, Ye Linghan tomó las llaves del auto que estaban sobre la mesa y salió corriendo: "¡Lo buscaré por mi cuenta! ¡Yo mismo iré a buscarlo! ¡Esta vez definitivamente lo encontraré!"

Zhou Xin se puso nervioso al ver su comportamiento anormal y lo siguió: "Joven Maestro Ye, ¡cálmese un poco! No sabemos dónde está exactamente el señor Ji en este momento, no lo encontrará yendo así sin más".

"¡Lo encontraré si yo voy a buscarlo!" Ye Linghan no podía soportarlo más, sentía que tenía que hacer algo, de lo contrario, enloquecería.

Sin Ji Ran, él sentía que su corazón estaba vacío.