145: Llévatelo

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Ye Linghan bajó corriendo desde el piso de arriba, y en el salón se percibía un fuerte aroma de feromonas en el aire.

Estas feromonas le pertenecían a Yun Yi.

Yun Yi se apoyó contra la pared de la cocina, y una sensación de calor intensa recorría desenfrenadamente por todo su cuerpo, haciendo que locamente deseára querer liberarse.

No había pasado mucho tiempo desde la última vez que entró en celo, pero esta vez llegó con una gran fuerza abrumadora y sin ninguna previa advertencia.

Quizás debido a la represión constante de años sin una verdadera liberación, esta vez perdió la conciencia más rápido que en cualquier otro celo

Apretó los puños con fuerza, tratando desesperadamente de mantenerse consciente, pero fue inútil.

No podía cambiar el dolor por un breve momento de claridad.

Cuando Ye Linghan irrumpió en la cocina, vio a Yun Yi deslizarse al suelo.

Su rostro estaba enrojecido, sus ojos perdidos, sus labios ligeramente entreabiertos, dejando escapar un jadeo que haría que cualquiera se sonrojase y su corazón latiese más rápido.

Cada gemido hacía que la respiración de Ye Linghan se volviera más agitada.

En estos cuatro años, no solo Yun Yi no se había liberado, sino que Ye Linghan tampoco lo había hecho.

Ambos eran hombres normales llenos de vitalidad, a pesar de ser alfas, no era posible que carecieran de deseos.

Con la respiración acelerada de Yun Yi, la respiración de Ye Linghan también se volvía pesada, con un deseo ardiente que brotaba de sus ojos.

Cuando un omega entra en celo, el Alfa también se veía profundamente afectado.

Ye Linghan estaba perdiendo el control y quería poseer a Yun Yi.

Era un instinto y también una obsesión.

Ye Linghan se agachó junto a Yun Yi y extendió la mano para tocar su rostro.

Pero los dedos fueron fuertemente apartados por Yun Yi en pleno aire: "¡No me toques!"

Miró el rostro de Yun Yi durante mucho tiempo y finalmente lo soltó lentamente.

Ahora Yun Yi ya no le pertenecía, Yun Yi había sido marcado por otra persona.

Marcado de manera permanente.

Si él lo marcaba, Yun Yi sufriría un gran dolor e incluso podría morir.

La palabra "morir" hizo que las pupilas de Ye Linghan se contrajeran.

¡No!

No podía poseer egoístamente a Yun Yi.

Ye Linghan soportó las oleadas de dolor que le llegaron al corazón, resistiendo el deseo que aún no había liberado.

Procedió a inclinarse para levantar a Yun Yi.

Su hijo, Sui Sui, estába apoyado en la puerta de la cocina asomando la cabeza para mirar adentro: "Papá, ¿qué le pasa al apuesto tío? ¿Está enfermo?"

En los labios de Ye Linghan apareció una amarga sonrisa: "No se siente bien, así que lo estoy llevando al hospital. Quédate en casa y portate bien. Llamaré a Zhou Xin para que venga a hacerte compañía".

"También quiero ir al hospital, quiero acompañar al apuesto tío".

Al escuchar que Yun Yi estaba enfermo, Sui Sui estaba muy preocupado y ansioso.

El ex esposo quiere volver a casarse otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora