40. Cometer crímenes por amor

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Ji Ran estaba realmente sufriendo. Sus padres no lo amaban, solo lo veían como una herramienta para ganar dinero. Desde pequeño, no recibió ni una pizca de afecto de sus padres. Se sentía como un ser superfluo.

Cuando tenía dieciocho años, conoció a Ye Linghan y pensó que había encontrado la luz en su vida.

Durante los primeros dos años de su relación con Ye Linghan, este realmente lo mimaba. Lo cuidaba con delicadeza en la palma de su mano.

Ji Ran pensó que finalmente había encontrado el amor y la felicidad que tanto anhelaba. Pero con el paso del tiempo, las cosas cambiaron.

Ye Linghan comenzó a volverse frío y distante. El amor y la atención que solía recibir se desvanecieron, dejando a Ji Ran sintiéndose vacío y desesperado.

Su dolor y la sensación de ser un ser insignificante se intensificaron, y su desesperanza lo llevó a tomar decisiones desesperadas.

Cometió crímenes por amor.

Se convirtió en alguien dispuesto a hacer cualquier cosa por mantener la atención y el afecto de Ye Linghan. Estaba dispuesto a arriesgarlo todo, incluso su propia vida.

Ji Ran se adentró en un mundo peligroso y oscuro, cometiendo actos violentos y criminales para satisfacer las demandas de Ye Linghan.

La sed de amor y la necesidad de sentirse amado lo llevaron por un camino sin retorno, donde la línea entre el bien y el mal se volvió borrosa.

A pesar de sus acciones desesperadas, Ji Ran aún albergaba la esperanza de que algún día Ye Linghan lo amara como antes.

Pero a medida que cometía más crímenes, la brecha entre ellos se volvía más profunda. Ye Linghan se volvía más indiferente y distante, dejando a Ji Ran sumido en la desesperación.

¿Hasta dónde estaría dispuesto a llegar Ji Ran por amor? ¿Y había alguna esperanza de redención para él?

El amor, a veces, puede llevarnos a cometer actos oscuros e inimaginables. Ji Ran era un ejemplo viviente de ello.

En aquel entonces, él pensaba que ese sentimiento podría perdurar hasta el fin de los tiempos, pero resultó ser solo su ilusión.

Después, Ye Linghan mostró cada vez menos interés en él y comenzaron a pelear con más frecuencia.

Ji Ran ya no recuerda cómo llegaron a esta situación.

Lo único que sabe es que las peleas constantes llevaron a la desintegración de su relación.

Si ya no se aman, entonces no deberían hacerse más daño mutuamente.

Pero ¿por qué Ye Linghan todavía lo mantenía a su lado, cometiendo actos violentos una y otra vez por amor?

Ji Ran giró sus ojos vacíos y miró al hombre a su lado. Sus labios secos y pálidos se movieron: "Ye Linghan, terminemos".

Ye Linghan no podía creer lo que estaba escuchando. Esta fue la respuesta que recibió.

Esa noche, Ji Ran repitió esas palabras una y otra vez.

Cada vez representaba su determinación de alejarse de él.

"No lo pienses siquiera".

Los dientes de Ye Linghan crujieron mientras cada palabra salía exprimida entre sus dientes, con una ferocidad evidente.

Agarró fuertemente el brazo de Ji Ran y lo levantó frente a él.

"Te digo que aunque mueras, no te dejaré ir".

Ji Ran curvó suavemente la comisura de los labios y una sonrisa fría y desolada se formó.

¡Que muera! Sería un final.

Ji Ran se debilitaba cada día, y los médicos se sentían impotentes.

Ye Linghan intentaba alimentarlo, pero no lograba que comiera ni un bocado.

Dependía de la alimentación por vía intravenosa para sobrevivir, y Ji Ran se estaba deteriorando rápidamente, como una flor marchita.

Ye Linghan estaba furioso y la villa estaba cubierta de un aura sombría.

"No puede quedarse sin comer, haz algo para que coma. ¿No eres médico? Si ni siquiera puedes resolver este pequeño problema, ¿cómo puedes llamarte médico?"

El médico tembloroso dijo: "Señor Ye, Ji Ran no tiene la voluntad de vivir".

"Ustedes los médicos pueden salvar a las personas al borde de la muerte, así que sálvalo".

Ye Linghan había perdido la cordura. Su única obsesión era mantener a Ji Ran con vida.

El médico reunió coraje y dijo: "El problema de Ji Ran es psicológico. No es feliz estando aquí, por eso..."

Un simple gesto de Ye Linghan hizo que el médico se detuviera de inmediato, sin atreverse a decir una palabra más.

En la cama de la habitación, Ji Ran cerró los ojos en silencio, como una muñeca sin alma ni vida.

Debido a la falta de comida durante tanto tiempo, sus mejillas estaban hundidas y su rostro había empeorado mucho.

La ropa de dormir colgada en su cuerpo se sentía vacía, y su cuerpo debajo de la ropa se había vuelto extremadamente delgado.

Ye Linghan sabía muy bien que si dejaba que Ji Ran siguiera así, probablemente moriría.

Como dijo el médico, Ji Ran no tenía ningún deseo de vivir, y ni siquiera el médico más hábil podría salvar a alguien que desea morir.

"Ji Ran, ¿realmente quieres dejarme así?"

La respuesta de Ji Ran fue vaga, pero al escuchar las palabras de Ye Linghan, abrió los ojos y movió sus labios pálidos: "...sí".

Una débil palabra "sí" golpeó el corazón de Ye Linghan como una bala.

El intenso dolor hizo que su ceño se frunciera con ferocidad: "¿Después de estar juntos durante cuatro años, no tienes ni un poco de nostalgia por mí?"

Ye Linghan rugió como un león enojado.

"...No".

La voz débil de Ji Ran apagó instantáneamente la ira de Ye Linghan.

No, Ji Ran no sentía ninguna nostalgia por él. ¿Qué más estaba exigiendo?

El ex esposo quiere volver a casarse otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora