120. La mente dice que no, pero el cuerpo es honesto.

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La villa tenía tres pisos, aparte del vestíbulo en la planta baja, había muchas habitaciones en el segundo y tercer piso.

Ye Linghan se escondía en un almacén y miraba hacia afuera a través de una rendija en las cortinas que estaban abiertas.

Cuando vio un automóvil negro acercándose a la puerta de la villa, sus ojos se iluminaron de emoción.

¡Su Ran Ran había llegado!

Yun Yi estacionó el auto y presionó el timbre de la mansión.

Sui Sui escuchó el timbre y corrió hacia la puerta.

Con sus pequeñas piernas, corrió más rápido que un Hot Wheels y llegó junto a Yun Yi en un abrir y cerrar de ojos.

"Mamá..."

Pero se detuvo de inmediato, cerrando rápidamente su boca después de pronunciar la palabra "mamá".

Lo que el papá le había advertido fué que por el momento no lo llamara "mamá" y que solo lo llamara "tío".

Sui Sui apretó los labios con fuerza y ​​se mantuvo en silencio sin atreverse a decir nada incorrecto.

Yun Yi se inclinó para mirarlo. "Sui Sui, ¿qué dijiste hace un momento?"

Sui Sui negó con la cabeza. "No fué nada. Solo quería decir que extrañaba mucho al tío".

Extendió sus pequeños brazos y abrazó el cuello de Yun Yi.

Yun Yi lo levantó de inmediato y, bajando la cabeza, rozó su nariz con la pequeña nariz de Sui Sui. "El tío también extrañaba mucho a Sui Sui."

La carita de Sui Sui se pegó contra la de Yun Yi. "Hoy, el tío tiene que quedarse mucho tiempo conmigo".

"¡No hay problema!".

Yun Yi llevó a Sui Sui adentro de la villa y confirmó que no había nadie más. No quería encontrarse con Ye Linghan.

Cada vez que se encontraba con Ye Linghan, siempre había conflictos entre ellos dos.

Le había costado mucho ver a Sui Sui después de tanto tiempo, así que solo quería pasar tiempo con él sin problemas.

Además, la presencia de Ye Linghan le resultaba extraña.

Había un tres por ciento de familiaridad, un cinco por ciento de hostilidad y un dos por ciento de extrañeza; era difícil de describir lo que exactamente sentía.

Pero por instinto, Yun Yi no quería tener mucho contacto con Ye Linghan.

Yun Yi preguntó: "¿Tu papá salió?"

"Sí, ¡mi papá fue a la empresa!"

Sui Sui agarró la mano de Yun Yi y dijo con coquetería: "Tío, quiero jugar al escondite".

"La casa es muy grande, ¿qué pasará si te escondes y el tío no te puede encontrar?"

Si no fuera por Sui Sui, Yun Yi realmente no quería pisar el territorio de Yue Linghan.

Especialmente en esta casa, donde se podía percibir un fuerte olor a feromonas de alfa por todas partes, le recordaba los momentos en los que Ye Linghan lo besaba y lo abrazaba, lo que hacía que Yun Yi se sintiera incómodo.

"Sui Sui, juguemos a otro juego. Podemos jugar videojuegos o construir con bloques".

"No, no quiero jugar videojuegos o construir con bloques es aburrido. Solo quiero jugar al escondite".

Yun Yi estaba en un dilema. "Pero..."

"Hay varias habitaciones cerradas en el segundo y tercer piso, no podré esconderme allí. ¡El tío me encontrará muy rápido! Jugaremos tres veces".

El ex esposo quiere volver a casarse otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora