Capítulo 28

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— Prometió ir hoy a la escuela.—le dice Isabel a Yoko quien esta parada el umbral de la puerta de la habitación de Enid, quien luce tirada en la cama con mil sabanas encima— Mi mamá me dijo que me encargará, pero ya lo estas viendo tú, es una necia.—resopla sentándose en la silla del escritorio esperando que Yoko se encargara de la situación. 

— Enid.—empieza a decir la pelinegra acercándose hasta su amiga y tratando de quitarle las sabanas de encima, pero parece imposible, Enid se aferra tanto a ellas que Yoko se da por vencida, mira a Isabel y luego habla— Merlina ha venido a verte, Enid.—bromea mientras vuelve a tirar de las sabanas que ésta vez seden ante el jaloneo, debajo de ellas se encuentran a la rubia, roja del llanto y con los ojos hinchados a una manera inexplicable.

— No juegues.—dice Enid levantando la mitad del cuerpo de la cama y sentándose para ver a su amiga— Sé que no es cierto, está con Maddie.—dice la rubia dispuesta a levantarse completamente de la cama, mira el reloj sobre la mesa de noche, aun eran las siete menor cuarto, tenía tiempo suficiente para ducharse e ir por su propia cuenta a la escuela.

— ¿Maddie?—pregunta Yoko mirando a ambas hermanas, Isabel solo alza los hombros y da un gran suspiro mientras Enid hace el ademán de querer llorar, pero antes que pudiera hacerlo Yoko vuelve a hablar— La bailarina claro, las vi el otro día en el comedor, pero...—fueron palabras suficientes para que Enid volviera a soltar el llanto— Dios, Enid, Merlina no pegaría ni con cola con esa rubia, ojos azules, con sonrisa encantadora...—bromea Yoko ganándose una mirada asesina de Isabel para luego empezar a reír. 

— De hecho creo que ya pegaron.—dice Enid con algo de rabia en su voz— Ayer la tarada me mandó una foto acostada en su vientre desde el celular de Merlina.—suelta deprisa— ¡¿Qué hace acostada en su vientre y por qué Merlina no tiene ropa?!—grita abriendo la puerta del baño de una patada, ambas chicas se miran asustadas mientras ven como Enid se adentra completamente en el baño. 

— ¿Cómo sabes que no tenía ropa?—pregunta Isabel dándose vueltas en la silla.

— ¡Se ve claramente en la foto!—grita desde dentro del baño, Yoko aun no entiende muy bien la situación, Isabel sin responder a Enid y haciendo un gesto de silencio hacia Yoko, va hasta la cama en busca del celular de la rubia, lo desbloquea casi al instante y le enseña el mensaje a la pelinegra quien abre la boca en señal de sorpresa, le hace zoom a la foto y mira a Isabel.

— Si parece que fuera desnuda.—susurra Yoko mirando a Isabel quien niega rápidamente quitándole el celular de las manos.

— No, mira.—señala la parte de la foto superior, donde ve claramente la pretina de una ropa superior que seguramente llevaría la morena— Lo que si es que, ¿Por qué mandarle esta foto?—pregunta asqueada Isabel mientras vuelve a bloquear el celular y lo lanza a la cama. 

— Claramente Merlina no lo mandó.—dice Yoko segura— El pie de pagina no es precisamente lo suyo, Maddie es una perra.—suspira— Pero si hablamos en ser merecedor, Enid se lo merece completamente, fue una idiota. 

— Y tu la solapaste.—agrega Isabel— Pobre Merlina, ni siquiera sé como ha tenido el coraje de volver a estar con ella, yo me hubiera mudado de país.—asegura la menor de las rubias mirando la puerta del baño. 

— ¿Cómo?—pregunta Yoko— ¿A qué te refieres con volver a estar con ella?—pregunta acercándose a Isabel quien se da cuenta que ha sido una imprudente, vuelve a mirar la puerta del baño esperando que esta no se abra y procede a contarle a Yoko lo de hace unas noches. 

— Merlina durmió aquí, hace dos días.—dice la rubia, la cara de la pelinegra no podía expresar mas sorpresa, le hace gestos para que continúe— Parece que tomaron y fumaron aquí dentro, ya sabes, luego mis padres regañaron a Enid y bueno, ahora esto.—dice la rubia alzando los hombros.

— ¿Se acostaron?—pregunta Yoko aun con la boca entreabierta a causa de la sorpresa.

— Si, no dejaron dormir a nadie, pero mamá esta tan decidida en que Enid este con Merlina que mi padre no pudo hacer mucho para que se callaran...—hace una pausa— La mato si intenta emparejarme con Pericles.—dice seria pero Yoko estalla en risas haciendo reír a la rubia también. 

— ¿De que se ríen? —pregunta Enid saliendo del baño con el cabello mojado y la toalla envuelta en el cuerpo— No me digan, solo salgan de aquí para poder cambiarme.—dice en un tono cansado, ambas chicas salen de la habitación aun riéndose y dejan sola a la rubia. 

Cuando las tres están listas parten al camino de la escuela, Isabel se separa a mitad de camino para unirse a su grupo de amigas, Enid y Yoko caminan decididas hasta la gran entrada, una mas nerviosa que otra. 

Mientras tanto como si tambores estuvieran golpeando encima de su cabeza, Merlina sacude su cuerpo para luego empezar a incorporarse, nota a la rubia acostada a su lado sobre su brazo, la aparta sin mucho cuidado, mira a su alrededor y luego el gran reloj sobre la pared, se sienta rápidamente sobre el sofá y trata de ordenar sus pensamientos, recuerda la piscina, recuerda el vodka, recuerda a la rubia muy cerca, el beso, regresa a mirarla y nota que aun sigue totalmente dormida, se levanta a toda prisa, metiéndose al almacén del día anterior donde se había cambiado, se vuelve a poner la ropa, peina su cabello lo mejor que puede, mira de nuevo el reloj, tenía el examen de física hoy, no podía faltar, busca su teléfono entre el sofá que lo encuentra justo debajo del brazo de la rubia, no entendía porqué estaba allí pero deja de pensar en eso casi al instante, coge sus cosas y se marcha de la casa camino a la escuela. 

Cuando llega lo primero que hace es meterse a uno de los baños que le queda mas cerca, se dirige a las duchas, y se mete completamente, nunca las había usado, el agua salía justo a la temperatura helada que tanto le gustaba, cuando sale se cambia de ropa por la que había llevado ayer en la mochila para regresarse a casa, porqué su plan era ese, regresar a casa, se lamente haber tomado tanto, cuando esta completamente vestida, coge el pequeño maletín donde guardaba todas sus cosas de aseo, sea donde sea, siempre lo llevaba con ella, sonríe al recordar las veces que se había negado a tenerlo consigo, pero Enid la había convencido, de repente recuerda a la rubia, coge su celular y busca entre los contactos a la chica.

Cuando abre el chat la sorpresa se dibuja en su rostro, totalmente alarmada abre la imagen, mira a su alrededor, luego al espejo, peina su cabello aun húmedo por la ducha, y sale del baño dando un fuerte golpe en la puerta, iba a matar a alguien.

Hola, nuevo cap, espero les guste <3

Normies - WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora