Capítulo 6

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— ¿Puedo ir a contestar una llamada?—pregunta Yoko al profesor haciendo ademán de contestar el teléfono, el profesor se limita hacer una seña para que se retire del aula, Yoko sale prácticamente corriendo hasta los baños donde espera encontrar a su amiga, cuando esta afuera, lista para empujar una de las puertas principales para adentrarse al lugar, escucha fuertes golpes desde un cubículo, corre hasta el lugar parándose justo frente a ella— ¿Enid, eres tú?—pregunta despacio, toca con los nudillos la puerta y vuelve a escuchar otro golpe pero esta vez abriendo totalmente el espacio, se queda atónita al ver a su amiga en ese estado, pálida y con los ojos llorosos, baja rápidamente su vista y se encuentra con una de sus manos ensangrentada— ¿Eres idiota? ¿Qué estas haciendo?

— Suéltame, no me toques.—logra decir la rubia separándose bruscamente de su amiga y yendo hasta uno de los lavadores, mete su cabeza debajo del grifo tratando de ocultar su rostro y que las lagrimas se vayan junto con el agua, Yoko la mira desde el mismo lugar con la boca semi abierta.

— No pensé que te afectará tanto...—Yoko con ánimos de bromear se queda a mitad de la oración cuando ve como la rubia camina de nuevo hasta ella y con la mano ensangrentada la coge del cuello de la camisa.

— No te atrevas a si quiera insinuarlo.—espeta la rubia casi en la cara de la chica, quien sorprendida por que nunca ha visto a su amiga así, retrocede un poco—  Solo tengo tanta rabia que he desperdiciado un año por su puta culpa. 

— Enid, suéltame.—le recuerda Yoko al ver como la rubia hace mas fuerte el agarre de su camisa, por un momento hasta pensó que Enid la golpearía— Pero tampoco sabemos si...

— ¿Qué no sabemos? ¡Si le acaban de sacar una bolsa de condones y lubricantes de la mochila!—la rubia prácticamente esta gritando en la cara de su amiga aun sin soltarla— Seguro se acuesta con el estúpido ese de Tyler, y yo creyendo que era su amigo.

— Enid, cálmate.—Yoko de pronto siente miedo, el agarre de la chica no ha suavizado en nada, y ella no quiere moverse por miedo de que la rubia le pudiera hacer algo, mira a su amiga a atenta esperando que la suelte pero no pasa hasta después de unos minutos— ¿No era virgen y aun así no se acostó contigo? no me cuadra eso.—dice Yoko alejándose lo mas que puede de la rubia.

— Ni quien quiera acostarse con esa imbécil.—suelta con molestia, Yoko sonríe viendo a su amiga pero rápidamente la quita al ver que la rubia no se esta riendo— ¡Soy una idiota! Debí presionarla mas.— hace una pausa como si estuviera pensando algo y vuelve a hablar— ¿Y si fue con Xavier? ¡Mierda!—grita volviendo a estampar uno de sus puños contra la pared, Yoko la mira sin poder creerlo.

— Yo creo que debes hablar con ella antes que le digas cualquier estupidez.—dice Yoko acomodándose el cuello de la camisa que minutos antes había sido arrugado por Enid— Y calmarte primero, no puedes reclamarle ni soltarle lo de la apuesta así porque si.

— ¿Cómo que no puedo?—pregunta la rubia con indignación en su voz, Yoko quiere reír por el cinismo pero se contiene— ¡Es mi maldita novia y se acuesta con quien sabe!—gruñe.

— Enid, es tu novia por una maldita apuesta, la estabas usando y si ella también a ti, ¿eso no te ahorra algo de drama?—pregunta Yoko tratando de que su amiga entienda, pero sabe que no es así y sabe que aunque la rubia lo niegue mil veces, le gusta la freak hasta podría jurar que le ha cogido cariño, sin embargo no era algo que le diría ella— No debería importarte si no fuera solo eso, ¿O hay algo mas?—pregunta con la esperanza que la rubia diga algo pero esta no dice nada, las dos se quedan en silencio hasta que escuchan como suena el timbre que daba fin a la clase, Enid sabe que muy probablemente la morena la estaría buscando así que mira a su amiga para luego meterse en uno de los cubículos de los baños.

Normies - WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora