Capítulo 34

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— ¡Merlina!—una voz a sus espaldas la hace reaccionar, cuando ambos chicos voltean se encuentran con Maddie, un poco mas arreglada de lo que ambos la habían visto alguna vez— Pensé que no vendrías.—sigue hablando pero la morena en realidad no la esta escuchando, recuerda la llamada de hace menos de una hora, donde se escuchaba a la rubia supuestamente afligida por la fiesta a la que supuestamente ha sido obligada a venir por su ex compañeros de departamento, pero ahora que la observa, sabe muy bien, que ni esta afligida, ni mucho menos obligada. 

— Ya estoy aquí.—dice dando un suspiro, las palabras van mas para ella que para otra persona, regresa a ver en dirección donde segundos antes había visto a Enid, pero ya no ésta, mira a Tyler quien permanece en silencio a su costado— ¿Entramos?—pregunta sin esperar respuesta mientras empieza a caminar dentro de la casa. 

El escenario de adentro no era mas que lo mas común de cualquier fiesta, nada excéntrico ni fuera de lugar, la morena concentra su atención en el licor puesto sobre una gran mesa de donde al parecer podía servirse cualquiera, se acerca junto a los otros dos chicos y se sirve el vaso casi completo, Maddie y Tyler se miran entre si de manera curiosa, la morena estaba apunto de intervenir cuando ve como Enid vuelve a aparecer en su vista, esta vez sola, ve como ni siquiera la mira, pasa de largo hacía lo que parece ser la cocina, sin pensarlo muy bien, y sin claramente la respuesta positiva de sus acompañantes, la morena camina en dirección a donde se ha metido la rubia. 

— Mer.—la llama Tyler mientras camina detrás de ella, sin embargo sigue caminando— No estás pensando claramente.—dice su amigo mientras logra tomarla del brazo para detenerla. 

— Solo quiero preguntarle algo, Ty.—dice en un tono tranquilo mientras regresa a ver en la dirección de la cocina esperando que la rubia tarde un poco mas en lo que sea que haya entrado hacer— Te prometo que no es mas que eso.—le dice, Tyler la mira un instante para luego soltarla, alza los hombros y camina de regreso donde ésta Maddie. 

La morena toma un largo suspiro como para darse valor, sabía que Tyler tenía razón, no estaba pensando claramente, ni siquiera tenía una pregunta formulada para la rubia, ni siquiera sabía que le iba a decir, pero necesitaba escuchar algo que la frenara, que le abriera los ojos completamente, necesitaba pasar pagina. 

— ¿Enid?—pregunta en medio de la cocina casi solitaria, la rubia asoma detrás de la refrigeradora con dos recipientes de lo que parece ser helado, mira a la morena de arriba a abajo, incrédula de lo que estaba viendo.

— Hola, Mer.—saluda pero luego vienen a la mente las palabras de la morena de hace una hora y se corrige— Merlina, lo siento.—dice sin mas, dejando los recipientes sobre la encimera y poniendo sus manos en los bolsillos de los pantalones— No sabía que venías.—dice sincera. 

— Yo tampoco que tú venías.—dice la morena, contestando mas rápido que lo habitual, ve como la rubia se revuelve nerviosa sobre su sitio y agrega— Es decir, no pensé que fueras a venir a una fiesta, aunque sabía que era tu departamento el que lo organizaba.—dice, toma asiento en una de las sillas que están junto a la mesa de la cocina y mira a la rubia como esperando que esta dijera algo pero solo levanta los hombros— Pensé...—hace una pausa hasta que se da cuenta lo idiota que esta haciendo y se levanta de la silla— Olvídalo.—dice sin mas para luego empezar a caminar fuera de nuevo, pero Enid la detiene, dejando por olvidado los recipientes con helado la toma del brazo haciendo que regrese a donde estaba.

— Ni siquiera sabía que había una fiesta hasta hace una hora.—contesta la rubia— Yoko se presentó en casa, y mi mamá estaba como una loca, ya sabes, es mejor estar fuera de su alcance en esas situaciones.—la risita se le escapa de los labios y mira a la morena quien solo asiente ante la explicación.

Normies - WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora