Capítulo 41

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Un año después de la partida de Enid.

Después de que lo que parecía una eternidad haya pasado Merlina yacía terminando una pagina en la maquina de escribir, era algo sobre Enid, siempre era sobre ella, aunque tratase de no escribirle mas, todo siempre llegaba a sus sentimientos aun vivos por la rubia, mira la hoja un momento para luego romperla y arrojarla junto con las otras en el piso.

Durante los últimos meses desde que tiene la maquina de escribir había tratado de empezar a escribir su nueva novela, no quería nada amoroso, quería algo mas tétrico como lo que siempre había escrito, pero nada salía, las hojas se acaban y compraba otras que igualmente terminaban en el tacho de la basura, no podía encontrar un sentido claro de la historia si es que un intereses amoroso no apareciera en ella, eso la frustraba, claramente Isabel se había equivocado, ella no le llegaría ni a los zapatos a la abuela Sinclair.

Acordándose de la rubia y de lo planeado por la mañana, revisa su teléfono esperando que ésta aparezca, aun no encuentra ningún mensaje de ella, revisa brevemente los demás contactos, las infinidades de mensajes de Tyler sin sentido, mensajes que nunca llegaban a nada, le hablaba de perros luego de Xavier y de vuelta regresaba a los perros, y aunque pensaba que entre esos sujetos había una increíble conexión no le interesaba molestar a su amigo, suficiente tenía con lidiar con el pelilargo y sus dramas.

Cuando la morena recibió la noticia que ambos chicos estaban saliendo, no dijo nada, solo le dio un sutil toque en el hombro a su amigo y cambio de tema tan rápido como pudo, sigue sin hablar mas de dos oraciones seguidas con Xavier, pero su relación había mejorado muchísimo, mas por Tyler que por otra cosa, la morena se esforzaba realmente por no pensar que el pelilargo era un mal nacido aprovechándose de la inocencia y bondad de Tyler.

Deja el celular por fin a un lado, mira la maquina de escribir y luego las hojas esparcidas por el suelo, con el pie las patea con resignación mientras su mirada va hacía uno de sus cajones, no que en el último año se había convertido en su salvación, y sobre todo la salvación de la poca dignidad que le quedaba, se acerca hasta el sacando lo que guardaba dentro, algunas fotos reveladas con Enid, sus pequeñas notas que dejaba muchas veces en su carpeta con cuidado de que los estúpidos de sus amigos no la vieran, había una en particular que hacía su corazón estremecer y sus ojos se humedecían casi al instante, en ella lucia totalmente seria mientras la rubia tenía en el rostro una sonrisa resplandeciente, acerca la imagen hasta su pecho justo para empezar a llorar.

Después de unos minutos de llanto escucha el celular sonar a su lado, lo desbloquea y ve las llamadas de Isabel que ni siquiera había escuchado, toma el teléfono, sin responder mas que con monosílabos le confirma a la rubia que estará en el lugar adecuado, vuelve a guardar las cosas en el cajón y luego va directo al baño en busca de quitarse la mala cara que ya sabía que tenía. 

Cuando sale de casa el camino se le hace corto, ve a lo lejos a Isabel esperándola junto con uno de sus gatos, a la memoria de la morena vienen momentos con el pequeño felino, momentos que había compartido con Enid.

— Bien, ¿A donde iremos?—pregunta cuando esta lo suficiente cerca como para que la rubia la pueda escuchar, esta le extiende al animal para que lo tome en sus brazos y luego empieza a caminar, la morena se desespera al no escuchar una respuesta, pero cuando esta apunto de volver a preguntar la rubia le señala el lugar, era casi un campo de área completamente verde, en un sitio apartado casi al final había lo que pareciese un bulto a simple vista— ¿Qué es?

— Algo para las dos.—dice casi en un tono inaudible, la morena regresa a mirarla por unos segundos pero luego vuelve la vista hacía el lugar, empieza a caminar tratando de apartar la voz de Tyler con sus infinidades de insinuaciones acerca de la menor de los Sinclair, le incomodaba de cierta manera pensar así sobre Isabel— ¿Cómo vas con la novela? 

Normies - WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora