Normies - Wenclair

Capítulo 51

— No seas idiota.—Enid pasa por el lado de su hermana sin soltar la mano de la morena y caminan juntas por el pasillo hasta bajar las escaleras y llegar donde una chica, morena, con el cabello largo y realmente guapa, las estaba esperando— Camila, que sorpresa.—dice Enid cuando esta justo detrás de la chica, Merlina a su costado no dice nada, solo observa.

— ¡Enid!—dice entusiasmada y salta sobre la rubia, abrazándola por el cuello y dándole un beso demasiado largo en al mejilla— Que bueno verte de nuevo y lo siento por venir sin avisar...—Enid la interrumpe.

— Pensé que le habías dicho a mi hermana que yo te estaba esperando.—dice la rubia.

— Solo pregunté si vivías aquí, ella me hizo pasar.—Camila mira a ambos lados pareciendo realmente confundida, y Enid cae en cuenta de que Isabel solo esta siendo idiota.

— Si, debí entender mal.—dice por fin, regresa a ver a la morena y pasa un brazo por su cintura pegándola mas a ella— Te presentó a Merlina, mi novia.—Camila alza sus cejas sorprendida y extiende la mano hasta la morena.

— Mucho gusto Merlina.—saluda— Yo soy de Camila, compañera de trabajo de Enid en Canadá.—dice con una sonrisa— En realidad pasaba por aquí porqué recuerdo que me diste la dirección y la verdad solo quería saludar.—ríe y Enid deja los nervios atrás.

— ¿Te parece si vamos por algo de comer?—propone Enid— O algo de tomar, como gustes.

— Yo iré donde Tyler.—habla la morena, Enid regresa a mirarla confundida— Hace rato no lo veo y la verdad quiero pasar un rato con él.—suspira— Diviértanse.—se acerca dejando un beso en la mejilla de la rubia y luego camina hasta la salida, Enid sabe que es inútil ir detrás de ella así que solo se queda parada sonriéndole a Camila, unos segundos después ellas también salen de la casa pero en dirección contraria a la morena.

El día pasa con tranquilidad, la morena sentada en la cama de su amigo mientras este le mostraba unas diapositivas de las razones por las cuales todo saldría mal con Enid.

— Eso no tiene ninguna base porque realmente no la conoces.—dice la morena cuando el chico da por terminada su presentación.

— Sé hasta su tipo de sangre, eres tú quien estas encismada en que las cosas funcionen que no te das cuenta de el error que cometiste al regresar con ella.—dice— Además que, ni siquiera has dejado que se enfrié lo de Isabel, esa idiota tiene aquí menos de dos semanas y tu te quieres mudar con ella.

— No es algo que propuse yo, Ty, además no quiero estar de arrimada en su casa.—dice segura— Y menos en la tuya.—agrega cuando el chico hace el ademán de hablar y la morena sabe perfectamente lo que va a decir.

— ¿Y que piensas sobre lo de Isa?

— ¿Sobre la parte en tu presentación en la cual intentas dibujármela como una diosa?

— Por dios, es mejor opción que Enid.

— Es su hermana, Tyler, así Enid no haya regresado yo jamás me hubiera metido con ella.—la morena sabe que eso en parte era cierto, y en parte no, odiaba la idea de que por un momento sintió el deseo por la Sinclair menor.

— Te estas mintiendo.—dice el chico— Cuando conversaban parecía que querías lanzarte sobre su boca, la cuidabas, la mimabas, la tratabas como a Enid cuando no sabías lo de la apuesta.

— Solo estaba siendo amable.—Tyler gira los ojos y suelta un suspiro.

— De todas maneras, no puedes culparla porque desarrolló sentimientos por ti con todas esas atenciones; lo raro sería que no.—dice— ¿Ya tuviste una conversación con ella?

— No he tenido tiempo.

— Vives en su casa.

— Vivo encerrada en el cuarto de Enid con el miedo de que entre su madre y me saque a patadas, claramente no andaré paseando por la casa.

— Mi padre no te botaría a patadas.—el chico alza las cejas sonriente— Es mas, le encantaría que vivieras aquí, casi no esta en casa y el poco rato se dedica a dormir.

— No quiero que piense que me aprovecho de ti.

— Te adora, jamás pensaría eso.

— No lo sabes.

— Tú tampoco.—contraataca— ¿Piénsalo, si?—hace un puchero, la morena hace una mueca suspirando mientras recuerda que dejo a su novia con una chica totalmente extraña casi en la puerta de su cuarto.

— ¿Podrá venir Enid a visitarme?—pregunta susurrando, Tyler solo gira los ojos y asiente— ¿La mirarás mal?

— Depende de su comportamiento.—dice seguro— ¿Por qué no vino acompañarte?—la morena se queda en silencio, ni siquiera sabía por donde empezar, ni como tirar las excusas sobre la mesa.