20 (2020)

450 93 11
                                    

— No deberías estar aquí, deberías estar en... —el menor no le permitió terminar.

— En el 2020. —sentenció— Geo, ¿Tú sabías de esto? Es decir, tú lo planeaste junto a mi padre sin siquiera preguntarme qué era lo que yo quería, ¿Por qué? —se acercó al pelinegro después de fruncir su ceño.

Quería explicaciones, simplemente lo enviaron a una época muy distinta sin preguntarle cómo se sentía. Admitía que Aldo Geo siempre hizo de todo para que Mariana volviera a esa personalidad que tanto tiempo el padre del castaño oscuro le decía que tenía (a Geo) pero el menor sabía que volver a ser cómo antes sería imposible.

Estaba lleno de miedo, quizás muy en el fondo de rencor. Regresar a ser aquel niño que reía por las ocurrencias de su madre, o que apreciaba ver el cielo de noche, incluso que sonreía por los experimentos fallidos de su padre... Regresar a ser aquel niño que disfrutaba de la vida le parecía imposible pero aún así, Aldo Geo se esforzó en ver a ese niño, y no iba a negarlo; Mariana se sentía mal porque sabía que su mejor amigo jamás podría llegar a conocer ese lado de él.

— Mariana debes regresar al 2020. —volvió a tomarlo por los hombros— Vas a alterar la línea del tiempo, ya con sólo verte la has alterado, vete antes de que la alteres más y antes de que tu padre te vea. —lo empujó lejos de las escaleras.

— Me voy a ir si tú y mi padre vienen conmigo.—tomó el brazo ajeno y también lo jaló, atrayendolo a él.

— ¿Qué? No podemos ir contigo, ¿Por qué deberíamos?

—suspió silenciosamente y luego hizo contacto visual con el pelinegro — No quiero que vivan todo esto.

— ¿No quieres que vivamos esto? —preguntó al no creer lo que acababa de oír

— Geo, por favor...

— Aún así, no puedes llevar a tu padre, te recuerdo que él compra y arregla la casa en la que vives en el 2020. —observó como Mariana se acercaba hasta sentarse a su lado.

— Entonces te llevaré a ti, luego tú y yo podemos trabajar y conseguir algún departamento o casa, en ese año es más fácil conseguir un lugar donde vivir... Además, hay una persona que podría alojarnos mientras, y tengo un amigo que probablemente me ayude. —sonrió dulcemente.

— ¿Un amigo? ¿Hiciste amigos? —una sonrisa amplia se dibujó en sus labios, luego tomó ambas manos del castaño oscuro emocionado— Háblame de él, ¿Cuál es su nombre? ¿Tiene tu edad? ¿Cómo es?

Una risa tierna escapó de los labios de Mariana.

— Es... —se quedó pensando unos segundos— Un chico muy agradable, es un poco agresivo pero es muy amable aunque no quiera que nadie vea ese lado agradable de él. —desvió su mirada mientras suspiraba tan pacíficamente.

— Parece ser un chico maravilloso.

— ¿Por qué mejor no vienes conmigo y los presento? —acarició las manos adversas con sus pulgares— Realmente sería genial...

El pelinegro frunció su ceño, lo estaba dudando un poco, quería ir al futuro y saber cómo era esa época, también quería conocer al amigo de Mariana ya que desde que el día en que se conocieron, el castaño oscuro no había hecho ningún otro amigo a excepción de él así que la idea de que alguien que no era él (Aldo Geo) cuidara de su amigo le parecía adorable y en cierta parte le hacía sentir celos; Pero tampoco quería distorsionar la línea temporal.

— Mari... —murmuró— No debería ir, te recuerdo que es posible que exista sólo una línea del tiempo, puede que todo en el futuro cambie si me llevas. —advirtió pero aún así el de ojos cafés parecía convencido de su decisión— No sabemos nada del espacio-tiempo... Líneas alternas, universos paralelos, realidades multidimensionales, el multiverso... No conocemos nada. Si cometemos un mínimo error todo se podría echar a perder.

Chico raro [FLIPORIANA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora