25 (2020)

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— Todos nos están mirando...—murmuró tímidamente Wilbur mientras se encogía de hombros.

— ¿No es mejor? —Mariana sonrió— Así toda la clase y al menos la mitad de los estudiantes sabrán que ustedes dos están enamorados.

— Shh, no lo digas así, es vergonzoso. —dijo Quackity sacudiendo su cabeza de un lado a otro suavemente por la vergüenza— ¿Era necesario todo esto?

— Claro que lo era. —respondió el castaño oscuro — Ahora, o se confiesan su amor o se besan y terminan con esto, ustedes deciden.

Quackity y Wilbur se miraron avergonzados. Mariana había reunido la atención de los estudiantes y solamente para que vieran y apreciarán de la "confesión" de los dos mayores, quería dejar en claro que estaban juntos, ¿Por qué? Dos razones, se haría más popular y sus amigos estarían juntos.

— ¿Mari? —el nombrado despertó del trance, apartó su vista de la ventana que lo dirigía al campus y miró al pelinegro — ¿Estás bien?

— ¿Qué? —frunció su ceño ligeramente confundido, la clase había terminado y no tardó en darse cuenta— Sí... Estoy bien.

— ¿En qué pensabas? —ahora preguntó Wilbur ladeando un poco su cabeza y mirando con curiosidad al castaño oscuro.

— En ustedes, cuando se confesaron. —agitó su cabeza suavemente, era como si lo hubiera vivido.— Como sea...

— Fue muy vergonzoso. —mencionó Quackity con una pequeña sonrisa— Pero gracias, si no hubiera sido por ti quizás Wilbur y yo jamás hubiéramos dado ese paso. —tomó la mano del nombrado y tímidamente dejó un beso en su mejilla, incomodando a Mariana, los besos le incomodaban.

El menor se levantó de su asiento para seguir a los dos mayores cuando éstos le indicaron que irían al club.

"Si no hubiera sido por ti." Esas palabras sonaron una vez más en su cabeza... ¿Quizás debía hacer eso, juntarlos? Obviamente en su línea.

Mariana se detuvo fuera del aula de música al ver por la ventana a Slime y al oírlo cantar, sus ojos estaban cerrados y su canto era alto pero al mismo tiempo hacia notas suaves, su voz era dulce y sencilla pero agradable, era reconfortante, y lo era aún más si podía verlo de esa manera tan pacífica, tan concentrado en lo que hacía. Una gran sonrisa se formó en sus labios, ante sus ojos se veía hermoso.

— ¿Mariana?

La voz de Wilbur le hizo volver a la realidad. Continuaron a la cafetería y después caminaron por todo el campo mientras el castaño y Quackity hablaban de cosas al azar, eso suponía debido a que en realidad no los estaba escuchando. El de lentes estaba concentrado en la voz de Slime que aún se repetía en su cabeza. ¿Ahora cómo iba a olvidarlo?

Cuando la próxima clase se anunció, entraron al edificio y caminaron de vuelta al aula. Sin embargo, se detuvieron en uno de los pasillos. Mariana frunció su ceño al ver a Slime, Hannah y su mejor amigo fuera de la biblioteca, así que rápidamente se acercó.

— ¿Qué está pasando? —se animó a preguntar, captando la atención.

— Este chico no estudia aquí y está en la biblioteca. —respondió la castaña en un tono serio aunque quizás molesta— No quiere responder mis preguntas.

Wilbur y Quackity observaron desde lejos hasta que el primer nombrado lentamente se acercó y luego se metió a la biblioteca para observar a su alrededor, después se dirigió a las mesas para mirar los libros que estaban sobre éstas; pero al verlos frunció su ceño.

— Hannah. —llamó el castaño oscuro éxito— ¡Hannah! —obtuvo de nuevo la atención gracias a su tono alto— De acuerdo, dame un minuto. — entró a la biblioteca, siendo seguido por la chica también.

Chico raro [FLIPORIANA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora