— Díganme que vimos la clase pasada. —cuestionó el profesor acomodando sus cosas en el escritorio— Me confundo de clases con ustedes y el grupo de arriba. —rió.
— ¡Conversaciones del sitio donde vives! —contestó Hannah con una amplia sonrisa.
— Cierto. —sonrió— Aldo, ¿Me haces los honores?
— Por supuesto.
La puerta se abrió y toda la clase miró a Mariana, Slime frunció su ceño al verlo ya que para nada lo esperaba, o mejor dicho no quería que llegara. El castaño oscuro pidió permiso para entrar y cuando esté se le fue concedido, entró hasta sentarse en su silla.
— ¿Por qué estás aquí? —Slime susurró hacia Mariana quien estaba delante de él.
— Quería venir... —respondió tímidamente.
La clase de Inglés comenzó, Mariana no participó para nada ya que cuando nació hasta los cinco años habló inglés, sabía el idioma, así que esa clase no le hacía el tanta falta. Después de esas horas, estaba Francés, se limitó a escuchar y simplemente repetir lo que el profesor quería.
Luego tecnología y Matemáticas.
Se estaba cansando de todo. No de las clases como tal, le gustaba aprender pero le agobiaba estar junto a mucha gente.
En el último descanso fue al gimnasio, habían algunos alumnos ahí jugando básquetbol pero no les tomó importancia, continuó leyendo el libro de la clase de tecnología hasta que una mano se puso sobre esa página.
"No puede ser, otra vez tú..." Pensó al reconocer de quién se trataba.
— ¿Por qué sigues viniendo? Lo único que haces es que me den ganas de golpearte hasta matarte. —dijo Quackity inclinándose a él, sujetando su cabello— No regreses más. —sujetó la camisa ajena y lo levantó, el de lentes se quejó por esto ya que su cuerpo le dolía por lo de ayer.
— ¿Ves como lo atacas únicamente cuando no estoy cerca? Eres un cobarde Quackity. —habló Slime acercándose a ellos.
El de ojos verdes se había quedado cerca en cuanto vio a Quackity acercarse, y estaba agradecido de haber seguido a Mariana.
— Y tú deja de meterte. —Luzu lo empujó.
— ¿Por qué sigues lamiéndole el trasero, Luzu? —una sonrisa burlesca apareció en sus labios.
— ¿Por qué a ti te importa tanto, Slime? —Quackity golpeó el estómago de Mariana y seguido de eso lo empujó tirándolo al suelo antes de girarse al primer mencionado.
—empujó a Luzu y después a Quackity cuando logró acercarse— Váyanse, Aldo, Roier y Foolish están por allá —indicó con un gesto de cabeza— y podemos joderles la cara como no tienen idea, ¿O aún te da miedo Foolish?
— Cállate estúpido... —lo aventó de vuelta pero eso hizo un contacto visual entre ambos.
Quackity y Luzu salieron del gimnasio segundos después tras órdenes del primero, Slime se acercó a Mariana, inclinándose a él también, soltó un pequeño suspiro, debido a que de verdad quería entenderlo... ¿Por qué seguía soportando eso? ¿Por qué supuestamente lo merecía? Tras eso puso su mano sobre el hombro adverso.
— ¿Por qué lo mereces? —preguntó haciendo referencia al día de ayer, cuando el menor le había dicho que merecía todo eso.
Mariana se sintió débil por esa pregunta, tanto que sintió una presión en su garganta y sus ojos arder, las lágrimas no tardaron en derramarse. Tenía miedo de decirle y que éste también se alejara, lo despreciara o lo lastimara.
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Chico raro [FLIPORIANA]
DiversosSOLO SE SHIPEAN A LOS CUBITOS, NO A LOS STREAMERS. ↳ Adaptación ‣ Créditos a ©CB97ONEB Slime no entendía la rara personalidad de Mariana y tampoco lo entendía a él hasta que descubrió que el pequeño de ojos cafés provenía del año 1949 y que fue pri...