29 (2020)

371 82 17
                                    

Soltó un pequeño quejido al sentir su espalda golpear con la pared gracias a que anteriormente había sido empujado, frunció su ceño y talló sus ojos suavemente en un intento de que su vista borrosa pasará. Cuando fue así, miró a su alrededor, estaba en el baño de su habitación, se sorprendió y rápidamente se puso de pie.

— ¿Funcionó?

Una vez más miró todo el baño, todo parecía normal. Se dirigió a la puerta y la abrió, pero se detuvo al verse a si mismo dormido en la cama.

No, no había funcionado.

No sólo sintió miedo, sino que también coraje, si no iba a funcionar aunque volviera a su línea, prefería quedarse con Aldo Geo y su padre, aún no era tarde para renunciar... Nuevamente a su todo.

Sin embargo, pensó en qué quizás, si hablaba con Daniel todo se resolvería, buscarían alguna manera de evitarlo, pero necesitaba verlo antes de que su otro yo lo hiciera; Si eso no funcionaba, esperaría a fusionarse en esa línea, si hacía eso, los recuerdos sobre Quackity y todo lo que pasó anteriormente en la otra línea probablemente se borrarían, no quería eso.

Se puso el gorro de su sudadera y salió de la habitación con cautela y en silencio, luego bajó las escaleras, cuidando sus pasos hasta llegar al primer piso.

— ¿Mariana?

Su corazón dio un pequeño brinco al oír la voz de Slime, alzó su mirada y ahí estaba frente a él. El mayor se acercó un poco a lo que el rubio retrocedió.

— ¿Estás bien? —observó la expresión ajena, el castaño oscuro parecía estar sin palabras, aún así acercó su mano a la cara impropia, pero se detuvo al escuchar al de ojos cafés hablar, pero no el que estaba frente a él.

— ¿Slime? —murmuró el Mariana que anteriormente estaba dormido, quien estaba en el último escalón de arriba mirando a los dos chicos.

Mariana se sorprendió ante eso, rápidamente abrazó a Slime, pasando sus brazos por su cuello y apoyando su barbilla en su hombro. No sabía qué pasaría si se veían, tampoco quería averiguarlo.

— ¿Qué? —frunció su ceño y retrocedió un poco sin alejar al castaño oscuro que lo abrazaba.

— Dime que me vaya... —sacudió su cabeza ingenuamente— Dile que se vaya. Slime, sé que esto es muy extraño, soy muy raro para ti, lo sé, quieres respuestas y te las daré, sólo convenceme —hizo una mueca—, sólo convencelo de que vuelva a su habitación.

El de ojos verdes frunció aún más su ceño, no entendía nada, y todo eso parecía tan extraño que comenzaba a creer que era un sueño. Aún así, decidió acatar al chico que lo abrazaba.

— Regresa a tu habitación, ahora mismo iré, ¿De acuerdo? —dijo mientras miraba al Mariana que estaba en las escaleras.

— No, debo buscar a Daniel... —respondió bajando un escalón más.

"Vamos Mariana, te conoces... Has algo para ponerte incómodo."

Cerró sus ojos apretandolos un poco, necesitaba hacer que su otro yo no saliera, debía evitarlo a toda costa, sino, mas que fusionarse, probablemente se volvería un bucle.

Tomó aire antes de volver a abrir sus orbes, alejó su rostro un poco para mirar a Slime desde sus ojos hasta sus labios, volvió a respirar profundamente. No dijo nada más, se acercó al castaño claro hasta besarlo, no hubo respuesta por parte del contrario al principio, sin embargo, a los segundos Slime correspondió el beso, junto a eso también abrazó al menor.

El castaño oscuro que estaba en las escaleras frunció su ceño y sin decir nada dio la vuelta para encerrarse en su habitación, no le importaban los besos en realidad, pero de alguna manera se había sentido incómodo por eso.

Chico raro [FLIPORIANA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora