XXIII

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Keisuke acompaño a Chifuyu en todos sus estudios, mirando de lejos con ojos asustados a todas las máquinas que usaron para ver en su interior, por más que le decían que todo eso era como una radiografía más moderna, las palabras de los médicos no lo ponían más tranquilo.

Eso hacía que estuviera mucho más encima de Chifuyu cada vez que terminaban algún estudio, tomando su muñeca para caminar junto a él, abrazándolo cada vez que salía y dejando un brazo sobre los hombros del chico cuando los doctores le explicaban la situación.

Todo salía bien, según ellos, todo estaba correcto, aunque Keisuke notaba los animos de Chifuyu bajar por esas palabras, y sabía lo que el chico pensaba.

"Todo está bien, pero sigo siendo mudo. Sigo sin poder hablar. Nada esta bien".

Casi siempre quedaba con esos ánimos varias horas, hasta que Keisuke lograba hacerlo sentir mejor.

Como Chifuyu era mudo solían hacerle estudios en sus oidos por si llegaba a desarrollar sordera, cosa que no estaba directamente relacionada pero era algo que querían tomar con precaución.

Y Keisuke notaba a Chifuyu tener miedo al respecto, por lo que le había recordado que cualquier cosa que pasara, él se quedaría a su lado.

Chifuyu sólo había sonreído, una sonrisa que no lo convenció del todo.

La señora Matsuno estaba feliz que Keisuke los apoyará y cuidara tanto a su hijo, y siempre los miraba con una sonrisa.

-Kei- llamó la señora Matsuno antes de una cena, haciendo que Keisuke se detuviera en su camino a la mesa, le hizo una seña para que lo acompañará, llendo hasta la cocina para hablar con él en privado -. Gracias por cuidar a Fuyu.

Keisuke sonrío, asintiendo, eran palabras que había escuchado varias veces.

-Kei... ¿Sabes que mi hijo te quiere muchisimo, no?

-Yo tambien lo quiero, Okaasan Matsuno.

-Si, Kei, eso lo sé- dijo -. Pero no sé si Fuyu te quiere más de lo que te imaginas, más de lo que te demuestra.

Keisuke frunció el ceño.

-El es un chico muy cerrado, no sé si te cuente muchas cosas, aunque seguro sabes más que yo, es más abierto hacía tí.

Keisuke asintió, Chifuyu le había dicho cosas que sólo le confiaba a él.

-Solo pido que no rompas su corazón- dijo la señora Matsuno, y el rubio se ofendió un poco.

-Nunca haría algo así- respondió automáticamente.





Mᴜᴛᴇ «Bᴀᴊɪғᴜʏᴜ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora