XLVI

118 17 1
                                    

-¡Vamonos Fuyuuuu!- Ken lo sacudió con emoción, haciendo que el mudo trastabillara -. Vayamos a comer un helado- Ken aplaudió, sonriendo ampliamente.

Al día siguiente, Ken estaba empeñado en hacer sentir mejor a Chifuyu, a lo largo de la mañana le había regalado dulces, le había hablado muchisimo y sonreído aún más, pero no había logrado absolutamente nada, el chico seguía con esa aura de trsiteza con la que había cargado esos días.

Chifuyu sólo negó.

Desde que Keisuke no había vuelto a aparecer, Chifuyu sólo se comunicaba con negaciones y asentimiento, ya dudaban si quiera si traía su cuaderno en la mochila.

-Chifuyu quizás quiera ir a clases, Kenchin- hablo Manjiro.

-¡A la mierda las clases! ¡Chifuyu quiere helado!

El mudo se encogió de hombros.

Los otros dos se miraron, no había caso.

Chifuyu estaba deprimido a causa de Keisuke, y la única persona que podía animarlo era él, aunque ni siquiera tenía señales de vida.

-¡Chicos!

Los tres miraron hacía Wakasa, quién venía a paso apresurado con unos papeles en sus manos.

-Buenas tardes- habló cuando ya estaba frente a ellos -.¿Saben porqué Keisuke se cambiará de escuela?

Los tres chicos no tenían palabras.

Chifuyu sintió su corazón romperse, sus ojos se llenaron de lagrimas.

-¿Que?- preguntó Ken

-Su madre acaba de venir a hacer los trámites- alzó un poco los papeles -. Tengo que certificar el pase todavía, pero no lo entiendo... Keisuke es muy buen estudiante, le va muy bien en todas las materias, no sé por qué querría cambiarse, así que les quería preguntar si tuvo un problema o algo así...

Wakasa miró a Chifuyu, supo que
había dicho algo malo cuando el chico mudo comenzó a llorar.

-Oh, Fuyu, no, lo siento, yo no-

Pero Chifuyu lo había empujado y había salido a correr antes de que pudiera siquiera acercarse.

Mᴜᴛᴇ «Bᴀᴊɪғᴜʏᴜ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora