Mᴜᴛᴇ «Bᴀᴊɪғᴜʏᴜ»

XLI

Por la mañana, cuando desayunaban, y la señora Matsuno se había ido a hacer unas compras, Keisuke aprovechó para hablar con Chifuyu.

-¿Que pasó en tu pesadilla?- preguntó, masticando sus cereales con yogurt de frutilla.

Chifuyu pensó un minuto, antes de escribir en su cuaderno.

"¿Anoche?"

-Ajam.

De nuevo, el mudo recordó por un momento.

"No recuerdo muy bien. Pero al principio del sueño, yo podía hablar".

Keisuke asintió, esperando a que Chifuyu siguiera escribiendo.

"Creo que iba contigo a decirtelo, pero cuándo te enterabas me dejabas".

Keisuke frunció el ceño, algo ofendido.

¿En serio Chifuyu piensa que el es capaz de dejarlo?

"Te ibas cuando te enteraste que podía hablar. Me dejabas solo. Recuerdo que lloraba y que pedía a gritos que volvieras, pero me ignorabas".

Keisuke pasó sus cereales con algo de dificultad.

"Pero luego escuche tu voz que me llamaba y desperté, seguías ahí".

Keisuke sonrío un poco, Chifuyu también.

El pelinegro tomó su mentón, dejando un corto beso en los labios del mudo.

-Nunca me iré- dijo.

Chifuyu asintió.

"Lo sé".

-Nunca te dejaría, no lo hare.

Chifuyu se ruborizo.

-Me asuste un poco cuando te vi, sabía que no estabas soñando nada bonito.

Chifuyu sólo se encogió de hombros.

El mudo sabía que sólo había sido una pesadilla, que eran normales, no era su primera y no sería la ultima, pero no tenía miedo, sólo era su imaginación, y no ocurriría.

Explicación de lo que paso:

Chifuyu no puede hablar de forma consiente, pero si puede hablar en sueños, o sea, de forma inconsciente, claro que no sabe que es lo que dice y lo que no.

Esto no significa que él se "recupere" y pueda hablar, al contrario, son síntomas que tiene su tipo de mudez, él sigue igual que antes.