XXXV

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-¿Sigues sin hablar con Keisuke?

Chifuyu sólo lo miró unos segundos, esperando que Manjiro se diera cuenta de lo que acababa de decir, al no obtener respuesta, tomó la lápicera para escribir.

"No puedo hablar".

Manjiro suspiró, rodando lo ojos.

-Ya sabes a lo que me refiero.

Chifuyu se encogió de hombros, luego negó, respondiendo la pregunta del otro rubio con mentira.

-Fuyuuuu- Manjiro habló en tono cansado.

El mudo sólo lo miró,

-Deja de ser tan tonto.

Manjiro lo señaló.

-No tienes que ser cómo yo- murmuró.

Chifuyu suspiró. Escribió rápidamente en su cuaderno.

"Ayer lo encontré en casa".

Manjiro alzo las cejas.

-¿Y? ¿Paso algo?

"Estaba aprendiendo lenguaje de señas con mi mamá".

Manjiro frunció el ceño, confundido.

"Huí, me fuí a mi cuarto. No me siguió".

Manjiro lo miró con algo de pena.

"Luego mamá subió para decirme que él quería verme. Que me esperaría a las cuatro en la sala de teatro para hablar".

Majiro se apresuró a mirar la hora en su celular.

-Chifuyu, eso va a ser dentro de media hora.

El mudo se encogió de hombros.

-¿Irás?

Chifuyu sólo mantuvo una expresión pensante.

-No, irás, sin excusas- Manjiro se acerco con su silla hacía él -. Te arrastrare si es necesario. Te amarro los pies y te engancho a mí silla.

La ocurrencia del rubio hizo reír a Chifuyu


Mᴜᴛᴇ «Bᴀᴊɪғᴜʏᴜ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora