¡𝘔𝘢𝘭𝘥𝘪𝘵𝘰 𝘢𝘳𝘳𝘰𝘨𝘢𝘯𝘵𝘦! ;Tom Kaulitz.

Cena.

Lana.

La sesión de fotos con la banda de –Tokio Hotel– terminó mejor de lo que espere.

Mi hermano ofreció llevarme a mi departamento para conocerlo, pero recordé que no es mi departamento y que tampoco vivo sola, solo le dije que tenía que hacer compras y que no iba a llegar temprano. Pero que mentirosa.

Guardamos cada elemento y cámaras usadas con aquel grupo y las subíamos a la camioneta de Tobias, que también me ofreció llevarme, pero le dije muy claro que no era necesario. Insistió un buen rato, pero seguía rechazandolo.

— Solo déjame llevarte —repitió el pelinegro mientras me perseguía de un lado a otro tratando de seguir mi paso.

— Ya te dije que...—fui interrumpida por una voz masculina detrás nuestro. El de esas trenzas oscuras que aterrorizaba mis días. Me giré sobre mus talones con torpeza, quedando a poca distancia.

— Te dijo que no, no es necesario que insistas —su voz sonaba imponente, sus ojos cafés estaban más oscuros, su semblante podía asustar a cualquiera que pase cerca de él. Tobias abrió la boca para decir algo, pero la cerró automáticamente al ver como Tom ladeaba su cabeza alzando una ceja desafiante—...Nos vamos Lana. —tomó mi muñeca sin ser muy brusco y me arrastro para que caminara junto a él.

— Espera, tengo que...—traté de soltarme de su agarre, pero era en vano. Él tenía más fuerza— ¡Tom! —vocifere quedándome quieta en el lugar para que me escuchará hablar, volteo su cabeza hacia mí con levedad, mientras sus trenzas se movían igual para el mismo lugar—...déjame hablar con mi hermano, espérame unos minutos.

Pensó unos segundos antes de soltarme— Que sea rápido —

¿Perdona? ¿Que tan rápido quiere que sea? ¿Algo más quiere el rey?

Caminé dejando a Tom atrás esperando, cruzó sus brazos y observaba cada movimiento que hacia, donde iba y con quienes hablaba. Me acerque a donde estaba Alex, tomé mi bolso y me pare frente a él que veía como me observaba desde lejos cuando vio el gran show de Tom intimidando a Tobias. Alguna mentira tenía que inventar sobre lo que acababa de pasar, pero se me adelantó.

— ¿Ese es tu amiguito? —preguntó con voz profunda, me huele a celos de hermano mayor y a problemas. Asentí bajando un poco mi cabeza pero logré ver su mueca de desaprobación, como si no le agradará.

Las palabras que dije hace, exactamente, un mes, volvieron a resonar en mi cabeza.

"— Si —bufe, detestaba que me haga ese tipo de preguntas, me hacía sentir tonta— Olvidé el bolso en el auto de amigo —dude si decir lo siguiente, hice una pausa y pensé. Trague saliva con dificultad— Bueno, no le diría amigo, más bien, mi casi novio. "

"— Oh Alex —el tono desafiante salió de mis labios, ni yo podía creer como fue que lo dije— Créeme porque el pasara las vacaciones conmigo en la playa hermanito —la cague. La cague. La cague. Dios se apiade de mí y me ayude con esta semejante mentira. "

¡Oops! Fue lo que se me ocurrió del momento, las palabras no fueron reales, ni siquiera conocía a Tom. ¿Era necesario decir que Tom era mi casi novio? Nop, claro que no, pero cuando uno está furioso dice lo primero que se le viene a la cabeza y no pienda como se debe.

— Te pregunte algo Elizabeth —me dijo por mi segundo nombre, creo que se enojo— ¿Ese es tu novio? —mordí mi labio inferior leve.

Por dios, mi corazón se paro cuando sentí el grito grueso de Tom llamarme desde lejos. Levanté un poco mi vista para encontrarme con mi hermano, que ya me miraba totalmente serio, estaba esperando una respuesta mía ante aquella pregunta que me hizo anterior. Solo me encogí un poco de hombros, le regale una sonrisa de dientes, bastante falsa y me acerque para despedirme dejando un beso en su mejilla. Caminé hacia donde me esperaba Tom, aún cruzado de brazos, y voltee un poco mi cabeza, podía sentir la penetrarte mirada de mi hermanos sobre nosotros.