Tom.
Lana estaba sentada sobre mis piernas, pero no podía evitar tocar sus caderas y muslos, es una pequeña manía que agarre con ella y me di cuenta que me encanta, no puedo parar.
Podía notar la mirada de los chicos sobre mi y mi 'amiga', se y estoy muy consciente que los –amigos– no se tratan de la manera en la que Lana y yo lo hacemos, pero no estoy preparando para decirles a todos lo mal que le trae esta mujer. No estoy listo para andar gritando por el mundo que amo a la pelinegra de mal carácter y terca, siento que es muy pronto para eso. Aún que algo me dice que ya lo notaron ¿Mucho contacto físico entre nosotros quizá? ¿Mucho contacto visual? ¿Tan obvio me veo?
Ni siquiera Georg y Kathleen se tratan de la manera en la que mi amiga y yo lo hacemos, quiero decir, no se toquetean tanto como lo estoy haciendo en este momento con Lana, ellos son más sutiles. Juro que trato de mantenerme quieto y tener autocontrol de mi mismo, de no mover mucho mis manos, pero se me hace imposible tener a la pelinegra sobre mi regazo y estar sin mover un músculo. Mis manos fueron inconscientemente a ella.
— ¿Tu irás...? —su pregunta me saco de mi trance, su voz tan suave. Susurró cerca de mis labios, provocándome ganas de besarla en ese mismísimo instante, pero no podía. Trague saliva y asentí sin dejar de mirar sus labios con tentación.— Los acompaño entonces...—podía notar lo nerviosa que estaba al sentir mis manos acariciando y apretando cada parte que podía, mi sonrisa estúpida al ver su perfil es la que hice desaparecer cuando note que Georg y Gustav se burlaban en silencio de lo concentrado que estaba.
Les lancé una mirada fulminante y volví a llevar mis ojos y manos, sobre la mujer que tenía en mis piernas, muy liviana por cierto. Lana estaba muy concentrada hablando con Bill y Kate, sobre ir al club y de más, yo solo podía mirarla a ella con mucha atención, analizando cada rasgo de su rostro, sus ojos verdes, la sonrisa en sus labios tan rosados y suaves, el sonido que llegaba a mis oídos de su risa tan dulce, el aro brillante en el costado de su nariz, su cabello negro. Y otra vez me perdí en la belleza de Lana ¿Como una mujer puede causar tantos sentimientos en mi? ¿Como pase de odiarla a amarla con tanta intensida? ¿Como me enamoré?. No estoy escuchando lo que me dicen y preguntan hasta que mi hermano grita mi nombre y Lan pellizca ligeramente mi mejilla, haciéndome volver al mundo de un tirón.
— ¡Tom! —pestañeo una vez desviando mis ojos a donde estaba mi hermano frente a nosotros. Lana tenía sus ojos puestos en mi, podía sentirlo, haciendo que me ponga un poco nervioso.
¿Yo nervioso? ¿Por una mujer? ¿Por solo una mirada? ¿Por la mirada de Henderson? Si. Lamentablemente si. Estoy volviéndome un adolescente otra vez y es lo que temo ser, un puberto enamorado.
— Lo siento ¿Decías...? —pregunté algo perdido de la conversación. Trague saliva con dificultad y Bill arqueo una ceja con una sonrisa burlona.
— Que Lana va conmigo. —¿que? ¿me perdí de algo? ¿por qué Lana tendría que ir con Bill?
— No —.
Uhm, definitivamente no.
— ¿Por qué no? —.
El tono burlón en su pregunta me estaba empezando a joder, sabía que lo lo hacía para molestar, es mi gemelo, yo también lo hago. Pero en cierto punto, me molesta que quieran acercarse a Lana, me molesta que un hombre le hable, me molesta que le coqueteen, me molesta que la toque alguien que no soy yo, me molesta que la miren con el mismo sentimiento que yo lo hago, con las mismas intenciones, intenciones que yo también tengo con ella. Técnicamente me molesta hasta que le respiren cerca. Uy, uy, uy, hasta yo mismo me tengo miedo de lo que estoy diciendo.
— Porque yo voy a llevarla, ella va conmigo al club y no insistas, Bill —.
Uh. Creo que soné como un maldito posesivo, pero ella iría conmigo de todos modos. Al perecer mi respuesta y la manera en la que lo dije le causo gracia a Lana, porque podía ver como apretaba sus labios evitando reír, al igual que Gustav y Georg, que llevaban burlándose desde que senté a la pelinegra en mis piernas. Malditos bastardos, yo no me burlo de ellos cuando los veo embobados con sus novias, en realidad si, pero no va al punto.
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¡𝘔𝘢𝘭𝘥𝘪𝘵𝘰 𝘢𝘳𝘳𝘰𝘨𝘢𝘯𝘵𝘦! ;Tom Kaulitz.
Fanfic𝗗𝗼𝗻𝗱𝗲 ⇢ 𝗟𝗮𝗻𝗮 𝘎𝘰𝘭𝘦𝘢 𝘦𝘭 𝘢𝘶𝘵𝘰 𝘭𝘶𝘫𝘰𝘴𝘰 𝘥𝘦 𝘶𝘯 𝘩𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦 𝘦𝘹𝘵𝘳𝘦𝘮𝘢𝘥𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘴𝘦𝘹𝘺. ⇢ 𝗧𝗼𝗺 𝘈𝘭 𝘷𝘦𝘳𝘭𝘢, 𝘲𝘶𝘦𝘥𝘢 𝘧𝘭𝘦𝘤𝘩𝘢𝘥𝘰 𝘱𝘰𝘳 𝘴𝘶 𝘮𝘢𝘭 𝘤𝘢𝘳𝘢𝘵𝘦𝘳 𝘺 𝘴𝘶 𝘵𝘦𝘳𝘲𝘶...