twenty-three

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Michael.

Se supone que en este momento debería estar acostado en la cálida cama de mi novia, junto a ella.

Pero estoy sentado, con la adrenalina corriendo por mis venas mientras que la mujer que yo llamo amor de mi vida juega en mi teléfono.

Me detengo a admirarla un par de segundos. Dios...que bella es.

Lo perfectamente marcados que están sus pómulos, o lo linda que se ven sus mejillas levemente teñidas de rojo. Sus pequeños y delgados labios formando una leve sonrisa marcando tiernamente un pequeño hoyuelo.

Me intriga el tan solo pensar que esta chica, la más linda del universo, es mía y solo mía. Y lo sera por un largo tiempo, porque no pienso de ninguna manera, perderla o dejarla ir.

- ¿Qué tanto me miras? ¿Acaso te gusto? - su dulce voz inundo mis oídos como si de mi canción favorita se tratara.

Amaba cuando preguntaba eso de una manera tan infantil y tierna. "¿Acaso te gusto?"

- Me encantas, amor, me encantas demasiado - susurre en su oído y sonreí al notar como su piel se erizaba poquito a poquito.

- "El vuelo B16 con destino desde Francia hasta Sídney ha aterrizado" - anuncia la voz por el alto parlante e instantáneamente sujeto la mano de Cass con tal brusquedad que provoco un gruñido de su parte.

Bese su mano como si eso pudiera aliviar el enrojecimiento que esta había adquirido por tanta fuerza aplicada.

Ella me dedico una animada mirada para seguido pararse tirando de mi para imitar su acción.

Busque a lo lejos, con la mirada emocionada, entre todo el pelotón de gente que venia saliendo por el gran pasillo. Me pregunto que hubiera pasado si mis padres hubieran estado ese día en el aeropuerto, me pregunto que hubiera pasado si Cass no hubiera aparecido en el aeropuerto vistiendo sus delgados skinny jeans y esa gran camiseta de Calum que la hacia lucir condenadamente adorable. De pronto, la rubia melena de mi madre apareció en su máximo resplandor por el pasillo junto a mi papá. Se veían felices, estaban felices.

- ¡Mamá! ¡Papá! - grite al notar que tenia una amplia visión de ambos. Solté a Cass dándole un pequeño empujón y corrí hacia ellos como nunca había corrido en mi vida.

Fue solo cuestión de segundos para estar encaramado sobre mi padre mientras mamá me abrazaba a más no poder. Añoraba con el alma uno de estos abrazos familiares, tener los brazos de mi madre enredados en mi torso como si el mundo fuera a acabar mañana.

- También te extrañamos mucho gran perro rojo...- escuche a papá susurrar.

Un pequeño y dulce carraspeo de garganta me hizo reaccionar y darme cuenta que había dejado a futura esposa (sueña Michael, sueña) tirada lejos de mi.

- Mamá, papá, esta es la razón de mi felicidad, mejor conocida como Cassandra Marilyn Bower - sonreí tomando la mano de mi sonrojada novia.

¡Quiero besarle todo el rostro! Se ve preciosa sonrojada, pero debo mantener la compostura frente a mis padres. No quiero que me vean como el "hormonado cavernicola busca placer" que soy.

- Te mueres de ganas por besarle el rostro, te conozco muy bien - cuestiona mi madre en un tono de burla mientras se acercaba a abrazar a Cass. - Karen Clifford o suegra, como prefieras llamarme - susurro con dulzura en su oído ganándose una tierna risita nerviosa.

Aquí es cuando la tierra me traga porque mi mamá esta permitiendo que Cass la llame suegra. ¡Ella nunca permitiría asi! Debe de pensar que Cass es la mejor novia del mundo. Y no se equivoca, es mi mejor amiga, mi compañera, mi confidente, mi amante y la mejor novia que podría tener en siglos.

summer rain ⛅ mgcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora