"Julián fue golpeado varias veces por la vida, pero se sigue levantando, en busca de un refugio donde finalmente descansar...
Hobie solo quiere estar con su amado una vez más"
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Pasaron unos cuantos meses desde que me uní a la sociedad arácnida, Emilia y la tía Mari estaban felices, yo también. Miguel no tardó ni un día en empezar con sus entrenamientos, velocidad, fuerza, agilidad y como agudizar mi instinto.
Aun así, aunque él estaba presente en la mayoría de mis entrenamientos, no nos notaba cercano como me dijo que seríamos, a decir verdad le tenía un poco de celos a Jess Drew y a Ben Reilly, Miguel se los llevaba a todos lados y confiaba mucho en ellos. Aún así me caían re bien.
Me decepcionó un poco porque realmente me esmeré en ser cercano a Miguel, en hacerlo sentir orgulloso de haberme reclutado, pero él no suele compartir mucho conmigo, no creo que se esté forjando un vínculo de confianza.
— Migue, no doy más — Respiré de manera pesada y apoyé todo mi cuerpo en mis rodillas — No corría tanto desde que me pidieron la hora en una calle oscura.
— No seas llorón Sun, ¿Así planeas proteger a tu ciudad?
— Para ser Spiderman tengo estas — Le mostré los disparadores de telaraña — ¿Cuántas vueltas nos quedan?
— Como quince.
— Naa, hacete culiar, ni en pedo corro quince más.
— Se ve que aún no entiendo a cien por ciento tu forma de hablar, deja de quejarte y corre.
— Migueee — Empezamos a trotar y yo lo miré con un puchero y con ojos de perrito.
Al principio intentaba ignorarme, pero de vez en cuando me tiraba alguna mirada de reojo.
— Eso no funciona conmigo, Sun.
— Concha de mi madre.
Y terminamos las quince vueltas... O las quince vueltas terminaron conmigo.
Miguel se dió cuenta de que yo estaba detonado y me palmeó la espalda.
— Lo hiciste bien, Sun, vamos a comer algo.
Él salió caminando primero y yo lo miré con una sonrisa, siguiéndole el paso pordetrás. De la nada, Lyla se hizo presente a mi costado.
— Es la primera vez que lo veo así de bueno, te está entrenando y ahora seguro te invitará algo de la cafetería, realmente lo encantaste Sun — Ella me guiñó el ojo.
