Pete POV
Después de la comida Vegas dijo que era muy tarde para que fuera a su piso, pensaba que por la hora corría el riesgo de que quisiera quedarme a pasar la noche y no tuve como discutir con eso porque sabía que era posible, así que acepté dejarlo para después y acepté irme a mi casa sin discutir, pero ya que ambos íbamos para el mismo extremo de la ciudad y los chicos a otro, decidimos caminar juntos.
A pesar de haber estado a solas antes, esta se sintió como la primera vez, era como regresar de una cita, aunque dudaba que él pensara lo mismo, desde que escuché a Pol decir que solo me tenía paciencia por Porsche, quise preguntarle si era verdad, parecía la clase de persona que me diría la verdad incluso si no me gustaba. Nunca sido cercano a alguien así, mis tres mejores amigos tendían a cuidar todo lo que decían a mi alrededor, incluso las peores noticias llegaban a mí con un velo sobreprotector, en especial después de la muerte de mi abuela.
―Vegas. ―murmuré llamando su atención, me miró de reojo mientras pasábamos fuera de una lavandería con luces neón. ― ¿Me soportas porque Porsche te pidió que lo hicieras?
―Sí. ―ni siquiera pensó en la respuesta y en otras circunstancias quizás habría sido algo por lo que me habría ofendido, pero solo pude sonreír.
― ¿Qué fue lo que te dijo?
―Que no fuera tan duro contigo. ―seguro eso se lo pegó Kinn, era una de esas frases que ellos tres tenían impresas en la frente, era una de las razones que hacía pelear con Kinn con Porsche todo el tiempo, él quería cuidarme de todo como si fuera su hermano menor y Porsche odiaba que me ocultaran las cosas. Aun había días en que me preguntaba si seguirían juntos si no hubiera sido parte de sus vidas en ese momento.
―No puedes hacerle caso, necesito que me detengas cuando voy muy lejos. ―musité acercándome un paso más a él, sin llegar a evadir su espacio personal, pero al menos ya parecía que caminábamos juntos. ―Si no me pones un alto, creeré que está bien llegar a tu casa en la madrugada porque está lloviendo afuera.
―No entiendo tu miedo a la lluvia, es solo agua.
―Los miedos no son racionales, ¿nunca tuviste miedos cuando eras un niño?
―Sí, pero cuando crecí desaparecieron.
― ¿Cuáles eran tus miedos? ―pregunté rozando su brazo con el mío, fingiendo que no notaba que había entrado a su burbuja de protección y él tampoco dijo nada, aunque pude notar como tomo una respiración lenta antes de pretender que no pasaba nada.
―Tenía miedo de mirar bajo la cama. ―murmuró con seriedad. ―Y el mar me aterraba, por eso tomé clases de natación desde pequeño. ―era curioso como siempre el miedo que no pudimos enfrentar era el que tratábamos de pasar desapercibido, yo siempre mencionaba la oscuridad primero y la lluvia al final, todos se enfocaban en lo loco que era temerle a un par de gotas en la noche e ignoraban todo lo demás.
―Yo nunca he aprendido a nadar, había una alberca en la casa donde vivía antes y mis amigos se lanzaban ahí cada verano, pero yo sentía que me ahogaría si saltaba también. ―admití, nunca lo puse en mi lista de miedos, solo un pasatiempo que no disfrutaba, en realidad no le temía a la piscina. ―Puedes darme una clase alguna vez, cuando aceptes que somos novios.
―No soy bueno para dar clases, no tengo paciencia. ―musitó y no supe si estaba aplicando lo que Porsche le pidió o lo que yo acababa de pedirle.
―Me tienes paciencia a mí. ―exclamé logrando que me mirara de reojo y levanté ambas cejas señalando que mi mano había encontrado forma de enredarse a su brazo y él no había dicho nada.
ESTÁS LEYENDO
Baby
FanfictionPete es ruidoso, despistado, le pide compartir la comida, le hace cientos de preguntas y no parece entender lo que es el espacio personal. A donde sea que va ahí está Pete sonriente y emocionado de verlo, como un perro que agita la cola cada que lo...