Ex's

1K 172 23
                                    

Pete POV

Era el segundo entrenamiento que venía a ver, mis clases terminaron temprano gracias a la falta sin aviso de un profesor y decidí venir directo aquí, Arm dijo que no podía quedarse porque tenía otras cosas que hacer y Pol decidió irse con él, así que estaba solo esperando a que Porsche y Vegas aparecieran, con mis audífonos puestos me dediqué a avanzar en las tareas que no necesitaban más que una búsqueda en internet o una buena calculadora, cuando vi a novio pasar frente a las gradas con su mochila colgada el hombro e ignorando por completo que estaba ahí.

― ¡Vegas! ―mi voz lo tomo por sorpresa y cuando me miró pensé en que sus ojos siempre se clavaban en mí como si fuera un fantasma que lo perseguía para asustarlo. ―Lo siento. ―murmuré tratando de ocultar la sonrisa en mi rostro, él solo negó agitando la cabeza. ―Es temprano, falta una hora para que inicie tu clase. ―añadí olvidándome por completo de las tareas que estaba dispuesto a adelantar.

―Me gusta nadar cuando aún está vacío. ―musitó mirando de reojo la piscina. ― ¿Tú qué haces aquí?

―Vine a verte entrenar. ―expliqué con una amplia sonrisa, entorno la mirada con el ceño fruncido. ―Puedo quedarme callado aquí también, no te molestaré mientras nadas a solas. ―prometí levantando ambas cejas, suspiró antes de seguir su camino hasta los vestidores y sonreí observándolo hasta que desapareció.

Cinco minutos después regresó en su pequeño uniforme dándole un breve vistazo a las gradas, le saludé con las puntas de los dedos y apartó la mirada dándome la espalda, se estiró unos minutos antes de saltar, su forma de moverse en el agua era distinta a como Porsche lo hacía, aunque había la posibilidad de que le prestara más atención a él de la que le puse a Porsche alguna vez.

Dos vueltas me mantuve en mi lugar, en silencio y obediente, pero para la tercera mis libretas quedaron olvidadas en las sillas mientras bajaba los escalones hasta llegar al perímetro de la alberca, lo suficientemente lejos para que no me mojara al salir y tan cerca que podía verlo incluso sentado en el piso, cuando volvió a salir levantó la mirada arriba, al no encontrarme frunció el ceño y me reí haciendo que notara mi nuevo puesto.

―Vas a provocarme un infarto. ―murmuró por la sorpresa de tenerme tan cerca.

―Quería verte mejor. ―expliqué encogiéndome de hombros. ―Eres muy bueno.

― ¿Sabes algo de natación? ―negué de inmediato. ― ¿Entonces cómo sabes que soy bueno?

―Si fueras malo no estarías en el equipo con Porsche, él es bueno también, lo vi en sus competencias antes. ―expliqué con simpleza. ― ¿Cualquiera puede usar la piscina cuando está sola?

―Dijiste que no sabías nadar. ―musitó con el ceño fruncido y sonreí al menos sabía que me escuchaba cuando hablaba sin parar.

―Quiero aprender, si me dices que hacer lo haré sin hacer preguntar, Pol dice que es tu forma favorita de trabajar. ―no supe identificar si el gesto en su rostro era de enojo o si era solo su habitual forma de mirarme.

―No soy un buen maestro, ya te lo había dicho.

―Lo sé, pero...

―Pídeselo a Porsche.

―Ya lo intentamos, nunca pasamos de la parte de aprender a flotar. ―mi amistad con Porsche funcionaba porque cuando estábamos juntos compartíamos la misma neurona y no podíamos tomarnos nada en serio, pasamos horas en la piscina en casa de Kinn tratando de que me sostuviera sobre el agua sin entrar en pánico, pero ambos nos reíamos en mitad del ejercicio y él me soltaba antes de tiempo haciendo se pataleara sin control por el miedo a ahogarme. ―Puedes darme una clase y si sale mal, dejaré de insistir.

BabyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora