Decisión correcta

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Pete POV

Parpadee en la oscuridad confundido, escuchaba un ruido repetitivo parecido a un traqueteo en alguna parte, había algo encima de mi cintura, frente a mí solo estaba un pecho firme y al mover la mirada no pude reconocer absolutamente nada a mi alrededor, no era mi casa, ni el apartamento de Vegas. Dos golpes más me hicieron mirar hacía la puerta de la habitación mientras ponía en orden mis recuerdos de la noche anterior.

― ¿Vegas? ―exclamó un hombre desde afuera y mi cuerpo se tensó. ―El desayuno se servirá en el jardín si quieres unirte. ―murmuró inseguro, me pregunté si la puerta tendría el seguro, creía que podía subir las cobijas un poco más para cubrirme si se le ocurría entrar. ―Trae a tu amigo también. ―sentí mis mejillas arder y escuché un suspiró sobre mi cabeza.

―Bajaremos en un minuto. ―musitó Vegas casi derrotado y una risa burlona se escuchó al otro lado, estaba seguro que era su hermano. ―Planeaba sacarnos de aquí antes de que despertaran, lo siento. ―murmuró una vez los pasos se alejaron lo suficiente por el pasillo.

―Mi cambio de ropa estaba en tu piso. ―respondí pensando en que lo único que tenía era lo que llevaba encima y suficiente era que su padre me fuera a conocer después de dormir en su casa con su hijo, también me vería con la misma ropa que la noche anterior.

―Creo que aún tengo ropa aquí, iré a revisar a mi habitación. ―murmuró sentándose y deslizando el brazo fuera de mi cintura. ―Puedes ducharte aquí en lo que encuentro algo para cambiarnos. ―añadió saliendo de la cama, alcancé a tomar su mano y me miró con los ojos somnolientos.

― ¿Puedo ir contigo? ―me miró en silencio por lo que se sintió una eternidad, pero terminó asintiendo, suspiré agradecido y salimos del cuarto con él por delante asegurándose de que su familia no nos estuviera esperando afuera. ―No es así como me imaginaba conociendo a tu padre, va a pensar que dormimos juntos y ni siquiera sabe mi nombre.

―Sí dormimos juntos. ―murmuró guiándome de vuelta a su cuarto con sabanas de Batman y le di un golpe en el hombro viéndolo sonreír suavemente.

―Sabes a lo que me refiero.

―Si lo prefieres, bajaré a decirle que no podemos quedarnos y te llevaré a casa, lo conocerás otro día. ―musitó abriendo su armario mientras me sentaba en su pequeña cama individual, mirando alrededor con curiosidad, tenía fotos de su familia, libros, juguetes, todo en un perfecto orden como en su apartamento.

―No, ya sabe que estoy aquí, sería grosero irme así. ―murmuré observando fijamente una foto en particular, era una mujer de largo cabello negro con un atardecer de fondo, tenía los mismos ojos que Vegas y era sencillamente hermosa. ―Tu madre era muy bonita. ―susurré sin atreverme a tocarla, incluso debajo de un cristal, temía dejar marcas de dedos por todos lados. Se giró para entregarme la ropa y siguió mi mirada hasta la foto que miraba, asintiendo en silencio al mismo tiempo que tomaba asiento a mi lado.

―Lo era. ―confirmó con suavidad. ―Le habrías agradado.

― ¿En serio lo crees? ―exclamé casi emocionado, nunca podría conocerla, pero sabía que Vegas la adoraba y saber que él creía que ella me habría aprobado, me hizo sentir cálido por dentro.

―Sí, lo creo. ―susurró sin apartar sus ojos de los míos y sonreí. ―Habría dicho que eres justo lo que necesitaba.

― ¿Y tú qué habrías dicho? ―se encogió de hombros mirando la foto otra vez.

―Nada. ―suspiró con una sonrisa llena de nostalgia. ―Solo bastaría con mirarla a los ojos, para que supiera mi respuesta. ―volvió a encontrarse con mi mirada y sus dedos alcanzaron los míos sobre mi regazo, no era ella, pero en mi corazón entendí la respuesta sin que la dijera en voz alta. A veces los silencios de Vegas eran más que suficientes. ―Ve a ducharte, lo haré después de ti.

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