07.- Un momento a solas

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Katsuki había salido al balcón del departamento para tomar aire; pues no sabía si era por el alboroto de aquellos extras, pero sentía que su cabeza iba a explotar.

Le dolía demasiado.

-Ahg, joder...- gruñó, sentándose en el suelo y apoyando su espalda en el barandal del balcón, llevando sus manos a su cabeza.

Escuchó la puerta abrirse despacio, pero lo ignoró.

-Katsu... ¿estás bien?- preguntó Kirishima, preocupado.

-Me duele la cabeza por sus gritos.- respondió Bakugo de mala gana, sin alzar la cabeza.

-Entiendo...- un silencio. -¿Les pido que se vayan?

Bakugo miró al pelirrojo, esperando una reacción de enojo al tener que echar a sus amigos por su culpa. Pero no fue así.

El pelirrojo tenía una sonrisa amable en los labios, y una mirada de comprensión.

-Oe...- Bakugo solo agitó su mano, pidiéndole que se acercara y el pelirrojo obedeció. -Siéntate.- ordenó.

Sin decir nada, Kirishima se sentó a su lado, y Bakugo apoyó su cabeza en el hombro del pelirrojo, con tranquilidad.

-Me irrita que seas tan amable, sabes.- murmuró Bakugo, haciendo reír al otro.

-Sí, ya me lo habías dicho varias veces.- admitió Kirishima, sonriendo. -Y también dijiste una vez que no te gusta que me tiña el cabello.- agregó.

-¡¿Te lo tiñes?!- preguntó Bakugo, sorprendido, separándose del pelirrojo.

Kirishima asintió con la cabeza y separó algunos mechones de su cabello, dejando ver sus raíces de color negro.

-¿Para qué rayos te lo tiñes?- cuestionó Bakugo, riendo divertido.

-Larga historia, bro.- Kirishima se encogió de hombros.

Bakugo volvió a apoyar su cabeza en el hombro de Kirishima, sonriendo. Y permanecieron en silencio, aunque, curiosamente...

...no era incómodo. Era agradable, como si en ese silencio se dijeran todo.

Aunque aquel instante de paz duró poco, cuando el ruido de un cristal romperse los devolvió a la realidad.

-Van a acabar con el jodido departamento.- gruñó Bakugo, frunciendo el ceño.

-Iré a calmarlos un poco.- dijo Kirishima, poniéndose de pie, riendo. -¿Vienes?

-Nah, me quedo aquí.

-Lo imaginé.

Kirishima le dió un beso en la frente a Bakugo y entró al departamento. El rubio cenizo sonrió.

-Realmente me irrita que seas tan amable, idiota.

...

Las pizzas habían llegado y, tras pagar, todos se reunieron en la sala para comer y conversar. Excepto cierto rubio cenizo que, sobre decir, seguía en el balcón, aislado del resto.

-Nee...- habló Denki, masticando un trozo de pizza hawaiana. -¿No les pareció que Bakugo está más hostil hoy?- comentó.

-Yo lo noté igual.- dijo Uraraka, encogiéndose de hombros.

-¿No serán ideas tuyas, Kaminari-san?- cuestionó Deku, sonriendo nervioso.

El rubio eléctrico ladeó la cabeza, pensativo. Y su mirada se dirigió al pelirrojo dueño del lugar, quién se tensó al sentirse observado fijamente.

-Pasó algo, ¿no es así?- habló Denki con una seriedad que no parecía propia de él. -Algo relacionado al accidente...- aclaró.

Kirishima suspiró y dejó el plato sobre su regazo para comenzar a explicar lo que había sucedido los últimos días. Y si bien, el Bakusquad sabía del accidente que había sufrido su líder a manos de un villano, no conocía las consecuencias que había tenido éste.

Mina se levantó de un salto, dejando confundidos a todos. Y, sin decir ni una palabra, se acercó al pelirrojo...

...y lo abrazó.

-No debiste cargar esto tú solo, Kirishima...- susurró la chica, acariciando el puntiagudo cabello de su amigo.

-Sí... no fue nada varonil haberles ocultado la verdad, perdonen.- habló Kirishima, avergonzado.

Mina se separó de él y sonrió.

-¡Ahora tendremos que idear un plan para que el bombitas recuerde todo!- comentó Mina, haciendo una pose de super héroe, llevándose las manos a la cintura.

-¿Por qué será que no me gusta como suena eso?- habló Sero, divertido.

-¡Haremos una recreación!- exclamó la chica de piel rosa, dando saltitos.

Kirishima sonrió, orgulloso de la "varonil" idea que había tenido su amiga. Mientras, los demás se lamentaban, imaginando la estupidez que Mina los pondría a hacer.

Pero todo era por el bien de Bakugo, ¿no?

...

Bakugo gruñó, por millonésima vez, escuchando los gritos que venían de dentro del departamento. ¡¿No se suponía que Kirishima había ido a "calmarlos"?!

¡Ahora hacían incluso más ruido!

-Ahg...- gruñó, cerrando los ojos y cubriéndose los oídos con las manos.

La cara sonriente del pelirrojo apareció en sus pensamientos. Pero no sonreía incómodo o triste como solía hacer ahora... era una sonrisa cálida, llena de alegría.

«Tsk... Esa jodida sonrisa me vuelve loco y solo me hace querer besar esos labi...»

Abrió los ojos, sintiendo sus mejillas arder por lo vergonzoso que había sido aquel pensamiento. ¡¿Había admitido que quería besar al pelirrojo?!

Negó con la cabeza.

¡Ni hablar!

Se puso de pie y entró al departamento, haciendo que todos se callaran rápidamente al verlo. ¿Acaso hablaban de él? Prefirió no darle importancia y seguir su camino hasta su habitación, encerrándose para no ser molestado.

Se tiró sobre la cama y cerró los ojos, recordando el aroma del pelirrojo cuando se apoyó en su hombro.

-¡¡¡AHG, MALDITA SEA CON EL TIBURÓN COLORADO!!!

Escuchó la pequeña risa del pelirrojo desde la sala y, sus mejillas se sonrojaron.

Él podía negarlo...

...pero su mente y su corazón seguían recordando su amor por aquel joven.

💥❤️💥

Hola, gatitos
Ya sé, el cap estuvo bastante corto, pero trataré de compensarlo en el siguiente, de verdad 😿

Si les gustó, por favor, déjenle una ⭐ y comenten qué les pareció para saber qué mejorar.

Y, bueno...
Nos leemos la próxima

Omoidasenai -思い出せない-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora