22.- El rostro del culpable

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Contó los pasos que daba, en silencio, mientras Jaden lo guiaba al baño. ¡Había 24 pasos! Y eso le daba una vaga idea de que el lugar donde lo tenían era bastante reducido. Por desgracia no pudo nada que le sirviera de ayuda, pues le Jaden había colocado una venda en los ojos y no había liberado totalmente sus manos, solamente separó las esposas del cabecero de la cama.

Y, en cuanto lo dejó en el baño, se quitó la venda como pudo. Pero era una sala minúscula, con el inodoro, un tocador y nada más. ¡Maldición! Ni siquiera tenía una rendija por la que ver al exterior.

Suspiró derrotado, antes de hacer sus necesidades, sintiendo su vejiga más aliviada al vaciarse. Se lavó las manos, agradeciendo que al menos hubiera agua en aquel sitio, y tocó a la puerta.

-Oye, ya acabé.– informó.

-Colócate la venda.– ordenó Jaden desde el otro lado de la puerta.

Bakugo gruñó antes de obedecer.

-¡Ya está! Me puse la estúpida venda.– exclamó Bakugo, escuchando la puerta abrirse y sintiendo los brazos de Jaden pasar por sus hombros para guiarlo de nuevo.

Y, para su desgracia, su estómago sonó, delatándolo, y haciendo sonreír a Jaden. ¡Maldición!

Kirishima seguía revisando los pocos videos de seguridad que habían logrado rescatar del día del incendio. Mina, junto a él, tampoco despegaba los ojos de las pantallas en busca de una pista.

Mientras, el resto del Bakusquad estaba durmiendo plácidamente sobre el suelo de la agencia. ¡Estaban agotados! Y era normal, pues ya pasaban de las 4 de la madrugada y ellos seguían allí, buscando entre los vídeos de seguridad.

Mina se estiró sobre la silla, emitiendo un quejido por la cantidad de horas que llevaba en aquella incómoda posición.

-Mina, si quieres puedes irte a dormir también. Yo me quedaré un rato más.– comentó Kirishima, preocupado por su compañera.

-Nah, yo sigo. Si somos dos, abarcamos más terreno.– sonrió Mina, aunque en sus ojos se notaba el cansancio.

Kirishima susurró un sincero "gracias…" antes de seguir observando los vídeos. Veía gente ir y venir, algunos entraban a sus departamentos y otros permanecían en los pasillos. No había nada sospechoso.

O eso pensó, hasta que Mina gritó, señalando a la pantalla, logrando despertar a los otros dos chicos.

-¡¿Q-Qué pasó…?!– Sero se puso de pie rápidamente, alerta, como si esperase un ataque enemigo.

-¡M-Mina, te juro por Dios que me gustan las mujeres!¡Lo que siento por Sero es una confusión!– todos las miradas fueron a parar en el rubio eléctrico que, aún medio dormido, había soltado aquel comentario.

Mina prefirió no indagar en el tema…… por ahora.

-¡Encontré al acosador!¡Estuvo el día del incendio!– explicó Mina rápidamente, enseñándoles el vídeo pausado donde se veía a un chico rubio colocándose la capucha de su suéter antes de entrar al departamento.

-¿Pero cómo es que tiene la llave?– cuestionó Sero, espabilando. Toda su somnolencia quedó atrás.

-Es un acosador, quizás la copio o algo.– respondió Mina, encogiéndose de hombros. –¡Pero soy realmente buena! Debería trabajar con Hawks como espía.– se halagó, haciendo poses de agente 007.

Kirishima siguió observando la imagen detenida de aquel chico. ¡Le resultaba conocido! Pero no recordaba de dónde…

…… hasta que, su cerebro reaccionó, trayendo la imagen de aquel mini super al que había acompañado a Bakugo. ¡Era el mismo chico que se había tropezado con ellos!

-¡No puedo creerlo!– exclamó Kirishima, levantándose de golpe de la silla en la que estaba.

-Yo sí… digo, Denki siempre actuó medio raro con Sero y recuerdo una vez que…

-Mina ¿de qué diablos estás hablando?– interrumpió Kirishima, con una clara confusión en su rostro.

-Emmm……– dudó. –¿De qué hablas tú?

-¡De este tipo!– gritó el pelirrojo, señalando las pantallas de vídeo. Mina sonrió, nerviosa. –¡Ya le había visto antes!– agregó.

-¿En serio?¿Dónde?– cuestionó Sero, extrañado.

-Una vez que acompañé a Bakugo a un mini super cerca de nuestro departamento. Él estaba ahí.

-Puede ser una coincidencia. Aunque…– Kaminari lo pensó. –… es un acosador. Quizás vaya a los mismos lugares que Bakugo con la excusa de verlo.– concluyó.

-¡Mina, imprime esa imagen! No voy a dejar escapar esta pista.– ordenó el pelirrojo, decidido. «Solo espera un poco, Katsu… ya casi te encuentro» pensó.

La chica de caja miró casi con estrellas en los ojos al grupo de jóvenes que acaban de entrar al mini super. ¡Los reconocía! Y casi se desmaya de la impresión cuando el mismísimo Red Riot se acercó hasta ella, sonriente, para preguntarle algo. ¡Era incluso más guapo en persona!

-Disculpa… estamos buscando a este chico ¿lo conoces?– preguntó Kirishima, sonriendo con amabilidad.

La chica miró la fotografía durante varios segundos, pensativa. Le había reconocido apenas vió la foto, pero si lo decía tan rápido, seguro ellos se irían de prisa.

-¡Ah, sí!– exclamó ella, al cabo de un rato. –Suele venir mucho por aquí. ¿Por qué?

-Digamos que está metido en un buen lío.– comentó Kaminari, serio. La chica suspiró, enamorada.

-Pues… ya que ustedes son héroes, no veo problema en dejarles los datos de ese chico.– comentó la chica, jugando con su cabello, coqueta.

-¡Te lo agradeceríamos mucho!– exclamó Kirishima, sonriendo con entusiasmo por la "acción tan varonil" por parte de aquella chica.

Y tras tomarse una fotografía con los jóvenes héroes y pedirles sus autógrafos, la chica les entregó la información que necesitaban.
 
  
❤️💥❤️

Esta vez les traigo un 2x1, gatitos. Espero que les guste 😸✨

Omoidasenai -思い出せない-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora